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El PSOE defiende a los vecinos de Sanchinarro que van a ser expropiados

El grupo municipal socialista pedirá hoy en el pleno que se excluya del proyecto del nuevo barrio de Sanchinarro la expropiación y el derribo de las casas bajas de 40 familias residentes en el barrio desde hace 30 años. Con el dinero que obtendrán por la indemnización (entre cinco y siete millones de pesetas) no tendrán ni para comprar un piso de protección oficial en la zona. El socialista José María de la Riva ironizó: "Es la bonita manera que tiene el PP de arreglar el problema de la vivienda".

El nuevo barrio de Sanchinarro, enclavado entre la M-40, la carretera de Burgos y la vía Borde de Hortaleza, contará en el futuro con 12.000 viviendas. Vivirán en Sanchinarro, dentro de cinco años, tantos habitantes como en Soria: 36.000. Pero para que se puedan levantar las calles y las casas es necesario desalojar antes a las 170 familias que actualmente habitan casas bajas situadas en medio de lo que será el futuro barrio. De ellas, 130 están de acuerdo con el traslado; otras 40 lo rechazan. El dinero que se les ofrece por el desalojo (de cinco a siete millones) no les alcanza para comprar un piso de protección oficial (nueve millones). Ahora gozan, en algún caso, de alojamientos con patio interior y con piscina. El concejal De la Riva pedirá hoy en el pleno que se excluya del plan de Sanchinarro a estas familias remisas a irse. "El PP", dice el socialista, "sólo beneficia a sus amigos con esta manera que tiene de planear el urbanismo". De la Riva se rebela contra estos planes: "Es indignante que en una operación en la que se moverán 150.000 millones de pesetas no haya fondos suficientes para darles un piso a estas familias a las que se les echa de su casa". El edil socialista recordó que los afectados "llevan viviendo en Sanchinarro 40 años, y llegaron cuando el terreno no valía nada".

"Ahora les echan"

"Pero ahora, cuando el terreno se ha revalorizado y vale muchos miles de millones, se preocupan del suelo, pero no de las personas", añadió. El concejal concluyó: "Es inadmisible esta forma que el equipo de gobierno tiene de arreglar el problema de la vivienda, amargando la vida a 40 familias que vivían a gusto en su casa". Estas familias protestaron con gritos y pancartas la semana pasada, cuando el alcalde acudió a Sanchinarro a colocar la primera piedra del nuevo barrio, y le llamaron "ladrón". El concejal de Urbanismo, Ignacio del Río, del PP, considera que la propuesta socialista "responde a un planteamiento de ciudad muy retrógrado". Del Río recordó que las 40 familias a las que no les convence el realojo "recibirán, de indemnización, 7.200 pesetas por metro cuadrado más dos millones de indemnización". El responsable de Urbanismo aclaró que la indemnización "es algo que se les regala y a lo que no tienen derecho". Además, para Del Río, hay que pensar "en el interés general". "No se puede entorpecer un proyecto del que se beneficiarán 36.000 personas por las razones de 40 familias, sería volver al pasado", razonó. Al edil, con todo, le parece "legítimo" que estas familias "protesten para obtener más dinero".

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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