_
_
_
_
_
Reportaje:

Saga de indianos

La biografía de Julián Zulueta Amondo es la historia de un hombre hecho a sí mismo. La saga de los Zulueta nace para el mundo cuando Tiburcio Z., natural de Barambio, emigra a La Habana a principios del siglo XIX. Allí llega a regentar un próspero negocio de alimentación y abastos. Casado pero sin hijos, entró de ayudante en el negocio su sobrino, Julián Zulueta, natural del pueblo alavés de Anúcita. Según el cronista Marredo, Julián llega a Cuba con 18 años "analfabeto y paupérrimo". La fortuna pronto le sonríe a Julián en forma de herencia y por medio de un primo suyo, Pedro Zulueta, que a la sazón era propietario de una naviera en Londres, se implicó en el decenio de los años cuarenta en la trata de esclavos. Después de la guerra de secesión norteamericana, el tráfico negrero experimentó un creciente interés, haciéndose más lucrativo por las dificultades añadidas. Ya en 1860 encontramos a Julián Zulueta como líder de la oligarquía negrera en Cuba. Junto a otros hacendados y terratenientes lidera el Casino español de La Habana, sede de la corriente política más reaccionaria e intransigente, opuesta a cualquier tipo de reforma de la realidad social cubana. Desde el verano de 1847, Zulueta fue además el promotor de otro tipo de trata, la inmigración de chinos. Zulueta no solo promovió ingenios azucareros sino que además construyó ferrocarriles para el traslado del azúcar de sus factorías a los puertos cubanos. Llamó Álava a su primer ingenio y bautizó como Vizcaya y Habana a otros dos que también eran de su propiedad. Sólo en el de Álava trabajaban 600 esclavos. Como político Julián Zulueta deplegó una intensa actividad en la que ejerció numerosos cargos públicos entre los que destacan: Coronel de Milicias, Consejero de Administración de Hacienda y Teniente alcalde Municipal de La Habana. En 1874 se hizo cargo del gobierno civil y político de la ciudad y un año más tarde fue nombrado alcalde corregidor de La Habana. Utilizando su influencia presionó a las Diputaciones vascas para que formaran cuerpos expedicionarios que participaran en la represión de los insurrectos cubanos durante la guerra de los diez años (1868-1878). Fue de esta forma como se formaron dos expediciones de los llamados Tercios Vascongados. En 1876 fue elegido senador por la provincia de Álava y un año más tarde fue nombrado por el rey, senador vitalicio. Casado tres veces, las dos últimas con sobrinas carnales, Julian Zulueta moriría en La Habana en el año 1878. Siendo para unos distinguido ciudadano y para otros modelo de hacendado reaccionario y perfecto ejemplo de traficante de esclavos, sus descendientes abandonan Cuba con la independencia de la isla en 1898. Uno de sus hijos, Alfredo, construyó la mansión familiar, en el Paseo de la Senda, en Vitoria. Hoy en día el palacio Zulueta es la sede de la Biblioteca Sancho el Sabio, especializada en temas vascos.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_