Una seria amenaza
La misión de observadores de la Organizción para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) no habría abandonado Kosovo si la amenaza de la Alianza Atlántica no hubiera ido en serio. Así lo expresó ayer el jefe de los observadores, el estadounidense William Walker, quien junto a las 1.380 personas bajo su mando, abandonó el pasado sábado territorio kosovar por la frontera con Macedonia para evitar el riesgo de ser retenidos como escudos humanos en el caso de que la OTAN decida llevar adelante una acción militar."Milosevic debería aceptar un acuerdo. Sus demostraciones de fuerza en Croacia y Eslovenia no funcionaron", señaló Walker desde la capital macedonia, Skopje. "Debería demostrar una actitud más positiva, pero en vez de eso está haciendo todo lo contrario", afirmó en referencia a la postura del presidente yugoslavo de negarse a la presencia de fuerzas internacionales de paz en Kosovo, tal y como establece el plan de paz propuesto por el Grupo de Contacto y aceptado por los albanokosovares. Walker confirmó que la ofensiva lanzada por las tropas yugoslavas está produciendo un gran flujo de refugiados hacia la capital kosovar, Pristina, lo que ha provocado falta de alimentos en algunas zonas. "según informaciones que estamos recibiendo la tensión allí se eleva cada vez más".
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