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Los judíos moderados lanzan una ofensiva contra los movimientos integristas en Israel

Los judíos moderados han iniciado una ofensiva general contra las organizaciones integristas en Israel. La operación la ha encabezado un reconocido escritor, Amos Oz, quien ha anunciado públicamente su decisión de afiliarse al sector más tolerante del judaísmo, el Movimiento Reformista. Oz no está solo, otros judíos han empezado a adoptar iniciativas similares para contrarrestar la corriente fundamentalista, entre las que se incluyen las de dos empresarios de Jerusalén que por primera vez en la historia de la ciudad han decidido abrir un supermercado en sábado.

Amos Oz, de 59 años de edad, Premio Israel de Literatura 1989, académico de la Lengua de Israel, militante de la organización pacifista Paz Ahora e intelectual comprometido con el proceso de paz con los palestinos, ha anunciado solemnemente la decisión de afiliarse al Movimiento Reformista, el ala más tolerante y democrática de la sociedad judía, firmemente implantada en Estados Unidos, pero con escasa fuerza en Israel.El escritor tomó esta decisión, junto con su esposa, después de haber vivido de cerca la movilización de 250.000 integristas judíos, que hace una semana irrumpieron en las calles de Jerusalén reclamando la primacía de las leyes religiosas por encima de las civiles, culminando así una serie de reiterados ataques contra el Estado laico y democrático.

"Amos llama al pueblo de Israel a afiliarse a los movimientos Reformista o Conservador -las dos alas no ultraortodoxas del judaísmo-, animándoles a apoyar ambas organizaciones si no quieren ser perseguidos por los ultraortodoxos", aseguró la esposa del escritor. Amos Oz y otros escritores e intelectuales de Israel publicaron la semana pasada un anuncio en el periódico Ha´aretz de Tel Aviv bajo el título: Salva al judaísmo de los enemigos de la democracia.

La movilización encabezada por Amos Oz está siendo secundada por otros sectores de la sociedad israelí, incluidos comerciantes y empresarios, como Itzik Eisenkot y su socio Moshe Aberjil, quienes han decidido abrir en el corazón de Jerusalén un supermercado que mantendrá abiertas sus puertas todas las horas del día, durante toda la semana, incluido el Sabath, a pesar de que ello ha provocado ya la ira de los ultraortodoxos.

"Volveremos a abrir el próximo sabath también" aseguraba ayer dolorido uno de los propietarios, Moshe Aberjil, después de haber recibido una multa del ayuntamiento de 15.000 chequels -unas 600.000 pesetas- que le ha sido impuesta por haber tenido trabajando en su almacén el pasado sábado, el día de la inauguración del centro comercial, a dos ciudadanos de religión judía, transgrediendo así las leyes religiosas y políticas que protegen la observancia del sabath. La iniciativa de los sectores moderados y laicos ha encontrado sobre todo eco en Tel Aviv, donde el vicealcalde Michael Roeh, del partido de izquierdas Meretz, acaba de firmar un contrato con una empresa de transporte para asegurar autobuses a los vecinos de la ciudad durante el sábado. Este servicio, que se iniciará dentro de unos meses, entrará en funcionamiento el viernes por la noche y permanecerá activo durante todo el sabath. "No intento ofender los sentimientos religiosos de los observantes de Tel Aviv, si no atender las necesidades de los padres preocupados, cuyos hijos insisten en salir de fiesta el viernes por la noche, sin que tengan ninguna manera de regresar a sus casas", aseguró.

Los movimientos religiosos integristas, aglutinados en torno al Comité por la Observancia del Sabath, ya han dado la voz de alarma sobre todo en Jerusalén, como lo hicieron en diciembre de 1998, cuando desencadenaron una ofensiva contra los taxis que trabajaban en sábado. Sin embargo los ultraortodoxos recibieron ayer una buena noticia. El ex Gran Rabino de Israel, Ovadia Yosef, fue eximido de una investigación policial y de un eventual juicio por difamación e instigación contra los jueces del Tribunal Supremo de Justicia. Las declaraciones de Yosef, en las que calificaba a los jueces de "enemigos del judaísmo, vacíos y atolondrados", provocaron la multitudinaria concentración del pasado día 14.

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