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Clinton convoca una reunión de urgencia con sus asesores para analizar la crisis brasileña

El presidente de EEUU, Bill Clinton, convocó ayer un reunión de urgencia con sus asesores económicos para analizar la crisis de Brasil. Los problemas financieros brasileños se agravan y la preocupación sobre sus consecuencias en la economía estadounidense aumenta. Mientras tanto, el mercado brasileño vivió ayer una jornada sin sobresaltos. El real se estabilizó en torno a 1,82 dólares, debido al aumento de oferta de divisas estadounidenses por parte de los bancos brasileños, y la Bolsa de São Paulo registraba a media sesión un avance del 0,75%.

El agravamiento de la crisis brasileña se refleja proporcionalmente en la preocupación de Estados Unidos por las consecuencias que acarreará para la economía del gigante del Norte. Clinton convocó ayer una reunión de urgencia con sus asesores económicos para analizar la crisis y su impacto en la economía regional. El portavoz de la Casa Blanca, Joe Lockhart, dijo ayer que la reunión será "en breve, hoy mismo de ser posible".Lockhart añadió que Clinton ha estado en consultas permanentes durante la última semana con el secretario del Tesoro, Robert Rubin, con los directivos del FMI y con las autoridades brasileñas para informarse de la situación.

La amenaza que Brasil representa para sí mismo, para Argentina y Venezuela, para el resto de la región latinoamericana y para el mayor socio comercial de la región, EE UU, se agranda, y ante la posibilidad de que los acontecimientos desborden a Brasil y al FMI, Clinton comienza a tomar cartas en el asunto. Según algunos expertos, la crisis brasileña podría incluso poner en peligro la política de estabilidad del yuan chino y acabar provocando una recesión mundial. El Banco Mundial, por su parte, ya ha anunciado que en toda América Latina, y en especial en Brasil, es necesaria una segunda oleada de reformas.

Mientras tanto, en Brasil, la jornada de ayer dejó un muy breve respiro. La medida adoptada el martes por el banco central de permitir a los bancos aumentar su capacidad para comprar dólares ha aumentado la oferta de divisas estadounidenses, y ésa ha sido la principal razón para que el real permaneciera ayer en torno a un tipo de cambio de 1,82 por dólar. La Bolsa de São Paulo también vivió una jornada de calma y a media sesión ganaba un 0,75%.

Pero, por otra parte, hubo malas noticias. El banco central debió aumentar del 32,5% al 35,5% los tipos de interés por la compra de títulos públicos para captar más demanda.

Al mismo tiempo, el organismo emisor, informó de que la fuga de capitales del martes pasado llegó hasta los 466 millones de euros, casi el doble de la que se venía registrando desde que se impuso la libre flotación del real. Al mismo tiempo, el presidente Fernando Henrique Cardoso tuvo que salir al paso y negar que Brasil vaya a declarar una moratoria sobre el pago de su deuda externa.

También ayer, la General Motors de Brasil, como ya hizo Ford, anunció que suspenderá a 850 trabajadores de su planta de São Paulo debido a la caída de la demanda de automóviles.

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