La universidad pública de Navarra emprende una amplia remodelación arquitectónica
Consolidada en su estructura y convertida en una referencia indiscutible de la vida educativa de la comunidad, la Universidad Pública de Navarra (UPNA), con 14.000 alumnos matriculados este curso, aborda los retos del nuevo siglo con un diseño expansivo de su campus, una futura oferta de titulaciones estrella y nuevos títulos propios. El pasado 31 de diciembre, el Consejo Social de la UPNA aprobó un presupuesto de 7.559 millones de pesetas para 1999.
Éste será el primer año en que los presupuestos de la UPNA incluyan el desarrollo del Plan Plurianual de la institución universitaria, un documento aprobado en febrero del pasado año que supone en realidad una auténtica refundación del centro, 10 años después de su creación, y que tiene un presupuesto global de 24.000 millones de pesetas de inversión. De momento, y según confirmó el rector, Antonio Pérez Prados, ante el claustro universitario celebrado esta misma semana, en el presente ejercicio y en el ámbito de la expansión urbanística se van a iniciar las obras del paraninfo universitario, que ocupará un espacio central junto al rectorado, en la avenida ajardinada de la UPNA que diseñó Francisco Javier Sáenz de Oiza para el campus pamplonés. Igualmente, se iniciará la construcción de un nuevo edificio destinado a la ampliación del aulario, se levantará un nuevo edificio departamental, el séptimo, y se culminará la construcción de las instalaciones deportivas del campus mediante la construcción de un complejo de piscinas cubiertas, que se sumarán a las instalaciones ya existentes compuestas por pistas de futbito, polideportivo cubierto, pistas de tenis, frontón cubierto y un nuevo polideportivo en construcción que servirá de sala multiusos para acontecimientos sociales y culturales. Menos alumnos por aula Uno de los objetivos de esta expansión arquitectónica es conseguir la reducción del número máximo de estudiantes por aula hasta una media de 80 personas en el primer ciclo y 50 en el segundo, ya que las instalaciones del actual aulario son escasas para poder divivir los cursos en más grupos de menos alumnado y mejorar así la calidad de la enseñanza. El edificio departamental descongestionará la actual situación de los 641 profesores de la UPNA, más de un 50% de los cuales son asociados y ayudantes. El actual rector, el cuarto en la historia de la UPNA, y que aspira a la reelección este año, no olvidó incluir en la memoria los trabajos de climatización de los aularios y edificios departamentales, ya que la estructura acristalada creada por Sáenz de Oiza provoca año tras año elevadas temperaturas en los periodos estivales que dificultan las tareas docentes y de investigación y exigen la instalación de sistemas de aire acondicionado. La UPNA prevé la cesión por el Ayuntamiento de un total de 147.131 metros cuadrados de nuevo campus, ya reservados en el Plan General de Ordenación Urbana en el área de Lezkairu, y la reorganización del tráfico en la zona. La institución universitaria tampoco renuncia a la adquisición de un edificio emblemático en el centro de Pamplona que sirva de conexión con la ciudad y de sede de la Fundación Sociedad-Universidad. En la actualidad, la UPNA genera recursos suficientes como para autofinanciar el 16,9% del presupuesto económico total. Una cifra de 1.278 millones que supone un aumento gradual de los recursos propios en un gasto soportado mayoritariamente por las arcas del Gobierno de Navarra y que crecerá un 11,7% en 1999. Esas cifras, además, estarán por vez primeras vigiladas de cerca por el primer interventor que tendrá la UPNA, Miguel Ángel Aurrecoechea, un joven profesional de 35 años que será el encargado de crear la Unidad de Intervención Interna y controlar los gastos, ingresos e inversiones universitarias.
