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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Fútbol y leyes

Hace ahora unos días que Jesús Gil y Gil estuvo en la cárcel, como medida cautelar adoptada por el juez que instruye un caso en el que a dicho personaje se le imputan varios delitos penales, como de sobra es sabido. Así las cosas, el domingo día 10 de enero -tras dos días en los que hemos podido asistir al sorprendente espectáculo de multitudinarias manifestaciones de apoyo al señor Gil, al tiempo que presenciábamos cómo distintos medios y famosos se prodigaban en agasajos a favor del mismo- se alcanzó el grado sumo cuando el vicepresidente del club de fútbol del señor Gil, o -lo que es lo mismo- uno de sus más fieles secuaces (el club es de Gil, no sólo es que lo presida como en otros casos), pronunció un emocionado sermón enaltecedor a favor de Gil ante decenas de miles de seguidores del club que habían asistido gratis al partido por gentileza de Gil, al que se refirió al término del discurso como "un hombre honesto", todo ello retransmitido por televisión a toda España: ¡el disloque! Ahora bien, lo que más me chocó fue la soflama lanzada luego por un jugador del club de Gil, portavoz del grupo de jugadores, que no olvidemos son empleados de Gil, quien, también por televisión, se deshizo en elogios a favor de su presidente, para acabar recitando (cita textual): "Nosotros, los jugadores, desconocemos de leyes, pero no de relaciones humanas". Es decir, ese jugador, probablemente millonario y, desde luego, mayor de edad, se sirve de las cámaras para declarar -leyendo un discurso preparado y en absoluto improvisado- ante millones de espectadores que su jefe, o al menos su empleador, es un tipo estupendo y desea que quede en libertad, todo ello en base a que los futbolistas desconocen de leyes -¡cómo si no estuviera refiriéndose a un sujeto al que se le imputan varios delitos penales!-, pero se llevan bien con el dueño de la empresa que les paga el sueldo.-

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