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El mediador designado por la Asociación contra el Cáncer exige otra auditoría

Los nuevos proyectos de asistencia a enfermos, paralizados desde la dimisión de Alba

José Joaquín Isasi-Isasmendi, el mediador que la Asociación Española contra el Cancer (AECC) designó para aclarar sus cuentas tras la dimisión del director general, Ricardo Alba, ha exigido una nueva auditoría con la participación de los presidentes provinciales. En caso contrario renuncia a la mediación. Estas garantías, que contribuyen a una mayor transparencia a la investigación, retrasan el final de la crisis abierta en la AECC después de que la Unión Europea detectara "lagunas financieras" en la gestión española de fondos comunitarios destinados a Latinoamérica. La confusión que vive actualmente la asociación mantiene paralizados proyectos de asistencia a enfermos en varias provincias.

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Gastos pagados

La Asociación Española contra el Cáncer, que maneja un presupuesto anual de 5.000 millones de pesetas, permanece sin director general desde que el pasado 19 de diciembre, Ricardo Alba, fuera obligado a presentar su dimisión tras diez años de permanencia en el cargo. La comisión Europea detectó irregularidades en la gestión de Alba respecto a los 700 millones de pesetas donados por la UE para combatir el cáncer en Latinoamérica. Como consecuencia de ello, la UE decidió ordenar una nueva auditoría y congelar el envío de 1.400 millones más aprobados para el proyecto.La reacción inicial de Alba fue negar todas las acusaciones y anunciar que permanecería en su puesto. La presidenta de la asociación, Esperanza Macarena Aragón, así como altos cargos como Natalia Figueroa, presidenta de Madrid, o Antonio Llombart, presidente del comité técnico nacional, cerraron filas en torno a Alba. Sin embargo, seis días después, el consejo nacional le obligó a dimitir.

Desde entonces, la asociación está gestionada por Cecilia Reinoso y Teresa Sanchís, ambas colaboradoras directas de Alba y personas de su máxima confianza. Ni una ni otra dan respuesta a proyectos de asistencia a enfermos presentados por algunas presidencias provinciales. Tampoco les responde la presidenta nacional.

La delegada en Granada, la médica Heather Fulwood, comentó que desde noviembre tiene pendiente de aprobación en la sede central de la AECC un proyecto de asistencia ambulatoria de mamografías para las granadinas que habitan en el medio rural. Fulwood presentó el proyecto con las garantías de financiación, de unos 30 millones de pesetas. Sin embargo, no ha sido autorizado. Tampoco rechazado. Simplemente no se le ha contestado. Lo mismo, añadió Fulwood, está ocurriendo en otros lugares, como Málaga, Almería o Cantabria. En esta comunidad no se ha contestado sobre la prórroga del servicio de mamografías que ya funciona.

Asimismo, la presidenta de Granada trasladó el malestar de numerosas delegaciones por la lentitud de la actual directiva en afrontar y resolver la crisis. "Nos han escrito en la puerta la palabra ladrones", comentó Fulwood, unos insultos que se han escuchado también en otras delegaciones, entre ellas las del País Vasco.

"Estamos muy preocupados por la imagen negativa de la asociación. Sabemos que las próximas cuestaciones van a resultarnos extremadamente difíciles. Muchos presidentes nos estamos planteando despedir a algunos de nuestros empleados. Si la asociación no limpia su nombre, tendremos que suprimir servicios de ayuda a los pacientes, lo que nos parece gravísimo", comentó.

Malestar general

El malestar de los presidentes provinciales se debe también a que sólo conocen lo que ocurre en la AECC por los medios de comunicación. "Nadie nos ha explicado por qué ha dimitido Alba, ni su relación actual con la AECC, ni por qué su equipo de confianza continúa llevando las riendas financieras de la asociación", manifestó el presidente de Baleares, José Forteza, quien lidera la contestación provincial a la actual junta directiva. Esta situación de confusión interna se agrava con la decisión de José Joaquín Isasi-Isasmendi, juez retirado y ex presidente del Círculo de Empresarios, de renunciar a su función de mediador si no se cumple una serie de requisitos. Isasi-Isasmendi aceptó el pasado 28 de diciembre el encargo del consejo ejecutivo como persona "imparcial, de reconocido prestigio y ajeno a la AECC", según lo definía un comunicado de la asociación.

Pero, tras ver la situación, ha pedido "una investigación llevada a cabo por una firma especializada en la materia y con medios suficientes para concluir el trabajo en el menor periodo de tiempo posible". "El resultado de esta investigación es, a mi juicio, requisito previo de la eventual actuación de una comisión con finalidad componedora o de mediación", manifiesta Isasi en una carta remitida a la presidenta el pasado día 8. La investigación debería ser llevada cabo, añade Isasi, por cualquier firma auditora "ajena a la asociación", que ha validado las cuentas de la AECC en los últimos años.

Otra de sus condiciones es "dar la oportunidad a todos los interesados de participar en el proceso de investigación, dentro como es lógico de un orden de procedimiento que no perjudique su eficacia y celeridad".

La presidenta remitió ayer faxes a los 52 presidentes provinciales para que comuniquen cualquier irregularidad contable. Asimismo, pide que los resultados de la auditoría se hagan públicos. La actual dirección ha aceptado las tres condiciones y ha emplazado a una nueva reunión del comité permanente para el próximo día 22.

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