Ajuste discreto
La Bolsa española mantuvo ayer un comportamiento moderado, aunque con un volumen de negocio todavía muy elevado, lo que indica que cualquier caída de los precios atraía al dinero, al igual que una subida, por pequeña que fuese, provocaba la salida de papel.
La contratación final para el conjunto del mercado continuo fue de 1.240 millones de euros, lo que vuelve a poner el listón por encima de los 200.000 millones de pesetas, una cifra que en las cuatro sesiones de este año se ha superado repetidamente.
La jornada fue la típica de cierre semanal, con retiradas de beneficios por una parte del mercado y una cantidad apreciable de posiciones compradoras esperando que los precios cedieran para mejorar en lo posible el precio de ejecución.
Si a lo largo de esta primera semana del ejercicio la Bolsa española ha sido la que ha figurado en cabeza de los avances, a la hora de recoger los beneficios no podía ser de otra manera, y este mercado ha sido el que se ha quedado con el recorte más abultado, aunque ha sido pequeño. El índice general de la Bolsa de Madrid cede un 0,12%, pero en el conjunto de la semana sube el 5,42%, algo menos de lo que subió en la sesión de apertura.
El resto de los mercados europeos terminó la jornada con pequeñas ganancias y sin hacer caso alguno de la nueva subida de Wall Street, que ganaba 45 puntos a media sesión, a pesar de que el dato sobre desempleo del mes de diciembre era el mejor de los últimos 40 años —es decir, el que muestra que hay más poder adquisitivo en el mercado—, pero la inflación ya ha dejado de ser un problema.
