_
_
_
_
_

Dos alumnas mueren en Igualada al hundirse una escuela profesional que carecía de licencia

Dos alumnas de la escuela de diseño textil Genny, de Igualada (Anoia), fallecieron ayer y otras diez resultaron heridas, una de ellas de gravedad, al hundirse un edificio de dos plantas, que había sido una fábrica textil, donde asistían a clases de formación profesional promovidas por el Departamento de Trabajo. El edificio se derrumbó poco después de las nueve de la mañana, supuestamente por las obras que se realizaban en la planta baja y en los sótanos, que afectaron a un pilar en el que se apoyaban las vigas que sostenían los dos pisos del inmueble. El centro carecía de autorización municipal para desarrollar cualquier actividad y del permiso del Departamento de Enseñanza para impartir clases en el local.

Las jóvenes fallecidas eran Vanesa Sánchez González, de 16 años, y Mónica Ortega Palacios, de 23. La alumna que presenta lesiones de mayor gravedad -traumatismo craneoencefálico y rotura de pelvis- es Mónica Massa Bou, de 17 años, que tuvo que ser trasladada en helicóptero al hospital Sant Joan de Déu de Barcelona. Rocío Jiménez Sánchez, de 16 años, también padece heridas de consideración: contusiones en las vértebras cervicales y fractura de un brazo y de la cadera izquierda. El alcalde de Igualada, el convergente Josep Maria Susanna, aseguró ayer que la escuela Genny recibió el pasado 18 de noviembre la licencia de obras mayores para reformar un recinto industrial -la fábrica textil Pola, que hace unos años trasladó sus instalaciones a un polígono industrial- para destinarlo a escuela. El alcalde precisó que esta licencia municipal se dio condicionada a la solicitud de un permiso de ocupación al acabar las obras y tras presentar la preceptiva autorización de centro escolar concedida por el Departamento de Enseñanza de la Generalitat. Susanna subrayó que la dirección de la escuela -un centro antiguo, sólido y con prestigio en la comarca del Anoia- no cumplió ninguno de los requisitos y, en consecuencia, impartía las clases en el edificio siniestrado "sin permiso alguno". Al parecer, la escuela Genny hacía sólo dos semanas que había trasladado a parte de sus alumnos al edificio que anteriormente ocupaba la fábrica Pola, situado en el número 24 de la calle de Tarragona. El consejero de Gobernación de la Generalitat, Xavier Pomés, se desplazó a Igualada para coordinar el rescate. En los primeros momentos todo parecía indicar que se trataba de una tragedia de grandísimas proporciones, similar en víctimas a la que causó 21 muertos en el lago de Banyoles a primeros del pasado mes de octubre, ya que las primeras y confusas informaciones indicaban que se había hundido una fábrica y que bajo los escombros se encontraban atrapadas 15 chicas. Pomés informó de que la causa más probable del hundimiento de un edificio tan sólido, trabado con enormes vigas de hormigón y hierro preparadas para aguantar pesada maquinaria textil, se debió "al fallo de un pilar que sustentaba el edificio". No entró el consejero en las causas de este fallo, que deberán ser analizadas en los próximos días. Las obras de reforma integral del inmueble eran realizadas por la empresa Excavaciones Torres. Tanto Gobernación como el Ayuntamiento de Igualada han abierto expedientes para determinar las causas del hundimiento. Nueve muertos en un año El consejero de Enseñanza, Francesc Xavier Hernández, también presente en el lugar del accidente ayer por la mañana, confirmó que la escuela aún no había recibido el permiso de su departamento para iniciar las clases en las nuevas instalaciones y que la escuela Genny sólo estaba autorizada a impartir enseñanza en sus dependencias centrales, situadas en el número 47 de la calle de Tarragona, y no en el inmueble del número 24 de la misma calle, que fue el que se hundió El suceso de ayer causó gran conmoción en Igualada. Muchos padres acudieron al lugar angustiados por conocer la suerte que habían corrido sus hijas. También causó alarma en el resto de Cataluña, pues llovía sobre mojado: el día anterior se había derrumbado un edificio en Lleida causando heridas a dos transeúntes, y el pasado día 10, en el hundimiento de una casa en L"Arboç (Baix Penedès), murieron dos mujeres, Ana Rico, de 42 años, y Carmen Escudero, de 72. Este año han fallecido en Cataluña nueve personas debido a hundimientos y desprendimientos de elementos arquitectónicos. PASA A LA PÁGINA 3

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_