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JUEGOCOMISIÓN AUTONÓMICA

Las partidas simultáneas en tragaperras eluden gran parte de las tasas

La comisión autonómica del juego tiene previsto aprobar hoy la orden que desarrolla el nuevo reglamento de máquinas tragaperras, una norma que introduce un modelo de partidas simultáneas con un precio por partida que duplica el habitual, pero que elude la mayor parte de las tasas correspondientes y no aumenta los premios en la misma proporción que las apuestas.

El reglamento de máquinas tragaperras fue publicado el pasado mes de octubre y se desarrollará con las ordenes pertinentes a partir de la reunión de la comisión autonómica del juego que se reúne hoy. La Comunidad Valenciana es la cuarta por volumen de gasto en tragaperras en el conjunto del Estado. Según datos del Ministerio de Interior de 1997 los valencianos gastaron 134.426 millones de pesetas en tragaperras, una media de 34.211 pesetas por habitante. La norma prevé que los bares y cafeterías sólo podrán contratar máquinas con un sólo operador, lo que impide a los establecimientos beneficiarse de la libre competencia a la hora de negociar contrapartidas por instalar determinadas tragaperras. Los tratos habituales hasta la fecha iban desde mejoras en el local hasta compra de determinados aparatos. Pero el nuevo reglamento también beneficia a los operadores en contra de los intereses de las arcas de la Generalitat con la introducción de las denominadas partidas simultáneas. Las partidas normales con una apuesta de 25 pesetas ofrecen un premio máximo de 10.000 pesetas. La tasa que paga el operador por cada máquina asciende a 491.000 pesetas con un recargo en la Comunidad Valenciana del 10%. La partida simultánea, según establece el propio reglamento, "se contabilizará como si se tratase de una partida simple". La apuesta asciende a 50 pesetas y el señuelo para el jugador es un premio máximo de 15.000 pesetas, no las 20.000 que responderían a una proporción directa. Sin subida de gravamen A efectos de las tasas, el aumento de cada cinco pesetas en el volumen de la apuesta lleva aparejada una subida de 11.300 pesetas en los impuestos, según el proyecto de ley de presupuestos para 1999. Así, una máquina que ofrece partidas de 50 pesetas debería aportar al Consell cerca de 600.000 pesetas con los recargos correspondientes. Pero el texto del reglamento exime a los operadores de tal gravamen. La comisión autonómica del juego también tiene previsto aprobar hoy la memoria del juego en la Comunidad Valenciana correspondiente a 1997 y la orden para proceder a la adjudicación de la licencia de explotación del Casino Costa Blanca, vinculada a la subasta de sus bienes.

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