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EL CASO PINOCHET

Londres no interferirá en el proceso a Pinochet

Cientos de chilenos celebran ante la clínica de la capital británica el arresto del ex dictador

El ministro británico de Asuntos Exteriores, Robin Cook, comunicó ayer al viceministro de Exteriores de Chile, Mariano Fernández, que su Gobierno no intervendrá en el proceso contra Augusto Pinochet, por considerar que no es "adecuado ni posible hacerlo".

Pese a ello, quien tiene que decidir sobre el caso no es Exteriores, sino Interior. Fuentes de este organismo, cuyo ministro tiene la última palabra en el caso de una petición de extradición, subrayan que su titular, Jack Straw, dispone de amplios poderes para suspender la orden de detención, incluso antes de que llegue la petición de extradición del juez Baltasar Garzón, pero que lo hará en función de lo que mañana ocurra con el recurso.

Los abogados del ex dictador y el Gobierno británico se preparan contrarreloj para la cita de mañana ante los jueces del Tribunal Supremo que deben ver el recurso contra la detención que presentó el jueves la defensa del general. El bufete ha movilizado un equipo de seis abogados y confía en un fallo favorable. Para ellos es una buena señal la aparente disposición gubernamental a tener en cuenta, como permite la ley, las "circunstancias humanitarias" del caso, el de un hombre de 82 años con la salud débil.

Cientos de chilenos residentes en Europa se concentraron ayer ante la clínica londinense en la que desde el viernes de la semana pasada está detenido el ex dictador Augusto Pinochet para llamarle asesino, celebrar su arresto y pedir que sea extraditado para ser juzgado en España.

"Estamos a las puertas del primer caso de justicia en la aldea global", decía uno de los concentrados, con un hermano asesinado en 1973, el año del golpe de Pinochet, y un padre torturado.

Ambiente festivo

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En Londres, frente a la clínica, había banderas de Suiza, Francia y Suecia y chilenos de Luxemburgo y Bélgica, pero el grueso de los concentrados eran residentes en el Reino Unido, donde hay unos 3.000, en buena parte profesionales muy cualificados. Jimmy Bell, profesor de biotecnología en el Imperial College es el que hablaba de la aldea global. "Es la gran oportunidad de Jack Straw, que puede ser un gran ministro o uno que administra justicia en función de intereses políticos", añadió Bell. El ambiente de la concentración era festivo, a pesar de la lluvia y del incómodo viento que zarandeaba las pancartas en las que se pedía el juicio de Pinochet. "Asesino vitalicio, te llegó la hora del juicio", fue uno de los estribillos más coreados por los manifestantes.

[En la Puerta del Sol de Madrid, varios miles de personas se concentraron también para pedir la extradición de Pinochet a España, según informó la agencia Efe]

Por otra parte, ayer se supo que hasta el jueves por la noche, cuando cumplía su sexto día detenido, Pinochet no fue informado al completo de la situación en la que se encuentra por militares de la embajada chilena en Londres, informa Manuel Délano. Hasta ese día sabía que en la clínica había guardias británicos por motivos judiciales, pero no las causas.

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