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La población del cauce del Guadiamar no fue alertada de la contaminación atmosférica

El director de Doñana no cree que la mina de Aznalcóllar pueda reabrirse antes de un año

El presidente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), César Nombela, admitió ayer que la contaminación atmosférica en el cauce del Guadiamar durante el verano ha superado los niveles permitidos, sin que la población fuera alertada por ello. Nombela reconoce parte de las denuncias de la organización ecologista CEPA, pero asegura que los datos constaban en los informes del CSIC en poder de las autoridades responsables de tomar decisiones. Para la Consejería de Salud de la Junta en ningún caso ha habido riesgos para la salud.

La CEPA acusó ayer al CSIC de "obviar datos" en su octavo informe sobre las consecuencias del vertido tóxico al Guadiamar tras la rotura de la balsa minera de Aznalcóllar el pasado 25 de abril. Los ecologistas esgrimieron varios estudios donde se asegura que el nivel de arsénico inorgánico hallado en ejemplares de coquina de fango y cangrejo que habitan el estuario del Guadalquivir -hasta ocho veces superior a los niveles habituales estipulados por la FAO- "puede considerarse elevado" y refleja que "dichas especies han estado sometidas a una alta exposición de arsénico", uno de los elementos contenidos en los lodos extendidos por la riada."El nivel de arsénico inorgánico resultó un poco elevado (en estas dos especies)". Ésta era la conclusión del último informe del CSIC. "No nos corresponde a nosotros decidir si hay que tomar medidas, sino a las administraciones", terció César Nombela, para quien las acusaciones de la CEPA de que hubo presiones políticas para ocultar datos son "una indignidad y una injusticia".

Nombela admitió otro de los aspectos resaltados por CEPA en un informe del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera. Indicaba que de julio a septiembre, la población de Aznalcázar -una de las poblaciones junto al Guadiamar-"ha estado sometida a niveles muy altos [de contaminación atmosférica], sin haber sido alertados por ello". Otro infome del CSIC señalaba que durante el 85% de las jornadas de verano se había superado la concentración permitida de partículas en suspensión (150 microgramos por metro cúbico). La Consejería de Salud de la Junta de Andalucía recalcó ayer que no ha habido "ningún caso en el que la salud de las personas haya estado en riesgo" e informó de que se realizarán análisis a los trabajadores que han participado en la recogida de lodos para compararlos con los efectuados antes de entrar en la zona contaminada.

Por otra parte, el director del Parque Nacional de Doñana, Alberto Ruiz de Larramendi, cree que la reapertura de la mina en Aznalcóllar se demorará al menos un año por la complejidad de los trámites para garantizar la seguridad de sus instalaciones. Boliden aún no ha presentado ningún proyecto de sus nuevas instalaciones. En unas jornadas europeas sobre espacios protegidos que se han celebrado en Alcudia (Mallorca), Ruiz de Larramendi se mostró favorable a la reapertura de la mina, pero no observa que Boliden haya dado ningún paso en esa dirección. El patronato de Doñana debe emitir un informe preceptivo sobre los planes operativos de Boliden para evitar cualquier riesgo futuro sobre el emblemático parque.

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