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Bill Gates lleva su "millonario" manuscrito de Leonardo a Lisboa

El presidente de Microsoft pagó 4.672 millones por el documento

El misterio y unas excepcionales medidas de seguridad han rodeado la llegada a Lisboa del presidente de Microsoft, Bill Gates, y de su manuscrito de Leonardo da Vinci. El llamado Código Leicester permanecerá expuesto en el monasterio de los Jerónimos de la capital portuguesa hasta el 8 de noviembre dentro de los actos de la Expo. La compra del manuscrito le costó a Gates 4.672 millones de pesetas.

Como si de un jefe de Estado se tratara, el hombre más rico del mundo, con una fortuna personal de 57.000 millones de dólares (más de la mitad del PIB portugués), llegó ayer a Lisboa en un vuelo desconocido y con una agenda cuasi-secreta, a excepción de los cuatro actos públicos que protagonizará en la capital portuguesa.Bill Gates inauguró anoche una exposición sobre el genio del Renacimiento italiano, ofreció una conferencia sobre El futuro de la teconología y su impacto en la industria de los media y hoy preside el día de Microsoft en la Expo-98. A primera hora de la tarde, una empresa norteamericana le había organizado en un hotel de Estoril otra conferencia sobre los ordenadores en el próximo milenio, en este caso previo pago de la apreciable cifra de 3.000 dólares por cabeza, que pueden quedar en 800 gracias al patrocinio del propio Gates para algunos de los asistentes.

No obstante, el objetivo prioritario del emperador de la informática ha sido presentar en Lisboa la figura y la inteligencia de su admirado Da Vinci y, en concreto, del Código Leicester, que la familia Gates compró en 1994 por 32 millones de dólares, unos 4.672 millones de pesetas. El manuscrito del italiano, escrito de derecha a izquierda entre 1508 y 1510 (era zurdo), está formado por 18 pliegos (72 páginas) que contienen sus observaciones sobre la naturaleza y las propiedades del agua, así como otros aspectos científicos y tecnológicos, que constituyen uno de los documentos más importantes legados por el pintor, arquitecto, matemático y escritor.

El agua

El Código Leicester, que debe su nombre al conde que fue su propietario a principios de este siglo, "está casi enteramente dedicado al agua", según ha explicado al diario Público el especialista en Leonardo e investigador, Owen Gingerch. El astrónomo e historiador explica que Da Vinci fue "sobre todo un gran observador, un observador muy inteligente de la naturaleza, quien por el contrario no tuvo gran influencia en el desarrollo de la ciencia; no obstante sus diseños muestran una imaginación maravillosa y una calidad en sus detalles", que demuestran una vez más, si cabe, que fue un hombre inmensamente adelantado a su tiempo.Nada más acabar el retrato de la Gioconda, Da Vinci escribió este famoso manuscrito donde ya imaginaba algunos fenómenos relacionados con el agua, la luz y la gravedad, así como algunos futuros inventos como el helicóptero, el coche o un puente giratorio que había diseñado para evitar el paso de tropas enemigas. La exposición del monasterio de los Jerónimos Un hombre a escala del mundo, un mundo a escala del hombre completa otra abierta durante toda la muestra lisboeta, titulada Leonardo da Vinci&Expo-98. dinámica del agua, donde se exhiben algunos de los diseños, experiencias e inventos que el artista imaginó durante el Renacimiento italiano.

La joya de Gates llegó a Lisboa el pasado viernes, transportada entre excepcionales medidas de seguridad y de conservación. El pasado lunes fue trasladado el monasterio a la biblioteca del Monasterio de los Jerónimos, donde será exhibido a una temperatura de entre 21 y 22 grados, con una humedad relativa que debe ser mantenida en el 50% y bajo unos estrictos controles de luz. A través de un sistema rotativo, el manuscrito será iluminado durante dos minutos de forma relativamente intensa para reducirse sensiblemente durante los ocho minutos siguientes. Todas estas medidas de conservación deben mantenerse asimismo durante cualquiera de sus traslados.

Sin duda, el Renacimiento fue una las épocas más brillantes y fértiles para el mundo del arte, la cultura y las ciencias, hecho que ha servido a las autoridades portuguesas para exhibir su contribución y sus adelantos en aquellas épocas.

Antes de entrar a la sala donde se encuentra el manuscrito, los visitantes podrán observar cuatro diferentes cronologías: la historia de Europa entre los siglos XV al XVII, otra dedicada al Portugal del siglo XVI, una historia sobre el Monasterio de los Jerónimos y la torre de Belém, y, por último, una biografía de Da Vinci. Una singular muestra de los avances portugueses cuando el genial italiano escribía aquellas reflexiones.

Desaparecido

Tras la muerte del artista, el manuscrito desapareció durante cerca de 70 años hasta que fue localizado en Roma por el pintor Giuseppe Ghezzi. En 1917 fue comprado por Thomas Coke, conde de Leicester, y más tarde, a la muerte de éste, pasó a manos de Armand Hammer, un hombre de negocios que mandó retirar su encuadernación del siglo XVIII. De ahí llegó a la familia Gates, que lo compró en 1994 en una conocida casa de subastas neoyorquina.

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