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'Caza al rebelde' en los suburbios de Kinshasa

Algunos barrios periféricos de Kinshasa amanecieron ayer salpicados de varios cadáveres calcinados de rebeldes tutsis. Los controles militares poblaban la capital de la República Democrática de Congo para hacer frente a los infiltrados de la rebelión que en la noche del martes consiguieron penetrar en algunos suburbios. Los civiles, incluidos niños, respondieron al llamamiento del presidente Laurent Kabila para repeler las incursiones.

"Cada vez que vemos a un rebelde, le quemamos vivo", declaró a la agencia France Presse un vecino. Los barrios de Matete, Masina, Ndjili, Kinsasani y Kimbanseke están prácticamente ocupados por las fuerzas de seguridad de Kabila, apoyadas por tropas de Angola, de Zimbabue y de Namibia. Kabila, por su parte, dejó ayer Kinshasa para dirigir la guerra desde "otro lugar", según su portavoz, Abdulaye Yerodia.Llegados en pequeños grupos hasta los suburbios del sureste de la capital, los rebeldes alzados el 2 de agosto contra Kabila intentaron el miércoles conseguir el apoyo de los habitantes, según los testimonios recogidos. Muchos de ellos eran miembros del antiguo Ejército del dictador Mobutu Sese Seko, depuesto tras la rebelión de Kabila en mayo de 1997 y fallecido después en Marruecos.

"Llegaron los rebeldes a nuestras casas. Algunos son niños nacidos en nuestros barrios, pero rápidamente nos hemos puesto a defendernos y hemos informado a las autoridades judiciales y policiales", contó un habitante de Ndjili.

Ayer por la mañana, cuatro cuerpos calcinados de rebeldes yacían en Matete, rodeados de habitantes que querían asegurarse de que estaban completamente muertos. Algo más lejos, en Ndjilia, sobre la avenida principal que llega hasta el bulevar Lumumba, el cuerpo de un rebelde recién abatido estaba abandonado cerca de un control militar. En Lemba, otro barrio próximo, un grupo de vecinos hacía corrillo en torno a los cuerpos calcinados de dos rebeldes. En Masina se contaban hasta 10 cuerpos de rebeldes muertos a palos por los civiles. Unos mil rebeldes fueron apresados.

"Los niños están cazando a los rebeldes", declaró un vecino. A lo largo del bulevar Lumumba, que une el centro con el aeropuerto internacional de Ndjili, a 26 kilómetros de la capital, se establecieron numerosos controles militares. Fuertemente armados, los soldados inspeccionaban cada vehículo en busca de rebeldes escondidos. Cientos de habitantes abandonaron ayer estos suburbios, temerosos de los rebeldes y del despliegue de tropas.

En el centro de la capital, de cinco millones de habitantes, se escucharon tiros esporádicos en la madrugada, antes de concluir el toque de queda decretado de seis a seis. En la región de Kivu Sur, en el este del país, según denunciaron nuevamente misioneros italianos, los rebeldes han asesinado a 207 personas, laicos y religiosos, en la iglesia de Kasika.

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Periodista español retenido

Por otro lado, el periodista español Alfonso Rojo se encuentra retenido en Congo tras haberle sido anulado el visado por las autoridades, informa Servimedia. El ministro de Exteriores, Abel Matutes, aseguró ayer que diplomáticos españoles en Kinshasa han emprendido gestiones para dar con el paradero del enviado especial de El Mundo.

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