Concejales populares vascos optan por trabajar fuera de Euskadi

, Han intentado hacer una vida lo más normal posible, pero la realidad ha obligado a los ediles del PP en el País Vasco a ir abandonando sus propios hogares en su propia tierra e ir desapareciendo poco a poco de la política vasca.

Algunos todavía se resisten, pero la mayoría ha tenido que ceder ante la constante presión y el miedo que sentían sus familias a las amenazas de la banda terrorista ETA y a quedar tendidos en el asfalto como sus compañeros José Luis Caso, José Ignacio Iruretagoyena o Manuel Zamarreño.

La mayor parte de los concejales que se apuntó a las listas del PP en las municipales de 1995 para tener representación en los pueblos del País Vasco no volverán a hacerlo en las próximos comicios. "Es muy difícil pedir a un concejal que se someta a la tortura que está padeciendo desde que ETA decidió acabar con las vidas de los ediles de nuestro partido", asegura un destacado dirigente del PP vasco.

Uno de los concejales lleva varios meses trabajando como asesor en la Comunidad Autónoma de Murcia. Tiene "un contrato de asistencia técnica ordinario para la realización de cinco informes en un plazo de duración hasta fin de año", según el Gobierno murciano. Nunca había pensado abandonar el País Vasco pero, según él, han sido las circunstancias las que le han llevado a buscar un trabajo en otro lugar de España.

Pasar desapercibidos

Hasta el mes de diciembre, el edil cobraba un sueldo de 80.000 pesetas como representante municipal. Entre las razones que le llevaron a aceptar el puesto fuera de su propia tierra pesó la constante preocupación que vive su familia, para la que su cargo se ha convertido en un tormento, porque "no es fácil hacer comprender a tus padres que tienes que ir con un escolta al lado".Ayer estaba jugando un partido de pala en el frontón cuando se supo que vivía temporalmente fuera de su localidad. "Es una decisión personal y creo que no tengo que dar muchas explicaciones sobre ello. Bastante persecución estamos viviendo con ETA como para tener que seguir viviendo perseguidos", indicó. El presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, justificó este tipo de decisiones que, según dijo, son exclusivamente personales.

Otros concejales y cargos públicos del PP se han visto obligados a trasladarse, unos de forma esporádica y otros prolongando sus estancias, a otros puntos de la geografía nacional donde poder pasar desapercibidos.

En la reunión que mantuvo el presidente del Gobierno, José María Aznar, en La Moncloa el pasado 8 de julio con 200 militantes del PP vasco, el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, les invitó a que durante este verano prolongasen sus vacaciones el mayor tiempo posible y evitar acudir a actos públicos.

Entre los concejales populares se tiene la sensación de estar viviendo en una situación de clandestinidad tan sólo por ser electos de la ciudadanía vasca.