Más de 6.000 desaparecidos por el maremoto en Papúa
Más de 6.000 personas se encontraban todavía ayer desaparecidas, muchas probablemente muertas y otras escondidas en la selva, tras el maremoto que azotó el pasado sábado Papúa-Nueva Guinea. Las autoridades locales han pedido la colaboración de la comunidad internacional para atender a los miles de damnificados. El obispo de Papúa-Nueva Guinea, Cesare Benivento, manifestó que se necesitan urgentemente medicinas y alimentos ante la falta de antibióticos para atajar el riesgo de epidemias. El prelado declaró que el número de víctimas puede duplicar las últimas estimaciones, que calculaban unos 3.000. "Han muerto muchos, muchos niños. La mayoría de ellos estaban de vacaciones", dijo. Las autoridades temen las epidemias a causa de las infecciones y la contaminación del agua. Francia ha decidido enviar ayuda al igual que ya lo están haciendo Australia y Nueva Zelanda.
