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Tribuna
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Curiosidades de la bici

Otra vez la canícula. Otra etapa de desgaste y desgaste. Esto pasará factura. En los Pirineos nos acordaremos de estos dos días de calor. Ya desde el primer puerto mucha gente que venía para la general va a empezar a perder sus opciones.La etapa ha sido muy parecida a la del día anterior. Tranquila al principio, primer sprint, ataques, cortes continuos hasta que se deja ir a uno. En éste entró al principio Benítez, que lleva todo el Tour muy atento. Enseguida se pusieron los del Cofidis, el equipo del líder, Desbiens, a controlar. Veíamos la pizarra y los mantenían siempre por 2.30, 2.40, 2.35, 2.45, hasta que empezaron a llegar noticias diciendo que alguno de los de delante empezaba a quedarse. Al Cofidis entonces no le interesó más seguir controlando. Le debía de ir bien la escapada que quedaba y enseguida subieron a cinco minutos.

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Allí parecía que los equipos de los sprinters cogerían las riendas. Enseguida se puso el Saeco a tirar pero para sorpresa de todos al poco llegó el propio Cipollini y les mandó quitarse. Para aumentar la sorpresa, enseguida Cipollini se dejó caer en el siguiente repecho y se retiró en el coche. Por aquellos momentos también se produjo una caída en la que estuvo implicado Txente. Pero nada. "He tirado la bici debajo pero a mí no me ha pasado nada", me dijo Txente, que el día anterior se había hecho un corte aerodinámico, a lo Ullrich.

Cada repecho se convirtió en un sprint para disputarnos las botellas de agua de delante. Íbamos tan enfilados que si te dejabas caer al coche a por ellas te costaba luego un trabajo tremendo remontar.

A 25 kilómetros de la meta vivimos un momento interesante, un detalle que se ve pocas veces pero que demuestra lo cruel que es el ciclismo: en aquel momento se pusieron a tirar Desbiens y Taffi, los dos primeros de la general. Es difícil imaginártelo: los líderes haciendo la labor que el equipo les tiene encomendada. Desbiens seguía trabajando para proteger a sus líderes, Casagrande y Julich, que viajaban cómodos gracias al respeto que impone el maillot amarillo en el equipo. Todos les dejamos ir tranquilos.

Taffi siguió tirando pero en éstas organizó un corte en el que se metió Abraham. Jalabert que lo vio enseguida se puso a tirar para cogerlo, pero no lo cogía, no podía y se abrió; subió un compañero y también se abrió. Hasta que llegó el Telekom con Ullrich a rueda y enseguida enlazó.

En un repecho, cuando no faltaba mucho, le he visto a Hamilton que se iba para atrás, para atrás. Las curiosidades de la bici. El otro día se sale bajo el calor de la contrarreloj, yendo solo, y aquí, en una orografía parecida le ha llegado el del mazo.

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