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Los vaivenes del Institut de Filologia

Por la mañana, el Institut Interuniversitari de Filologia Valenciana (IIFV) sembró el desaliento entre los partidarios del pacto lingüístico. El pronunciamiento que hizo público tras su reunión extraordinaria y urgente señalaba que, "pese a valorar positivamente el esfuerzo de consenso desarrollado por el CVC", el borrador de dictamen no concordaba suficientemente con los criterios científicos e históricos. Hacer extensiva al término "lengua catalana" la recomendación de que no sean objeto de polémica las denominaciones de "valenciano", "lengua propia de los valencianos" o "idioma valenciano"; indicar con mayor claridad el modelo ortográfico y gramatical; precisar, al referirse a los "territorios hispánicos de la antigua Corona de Aragón", que en ellos se hablan dos lenguas: el castellano y el "valenciano o catalán"; y calificar de "inexplicable" que no sea reconocido el propio IIFV como entidad normativa, más cuando en el órgano que se propone "no se dan garantías suficientes" sobre la idoneidad científica de sus miembros, eran los puntos recogidos en el acuerdo del instituto que agrupa a las universidades valencianas. Aunque el ex rector de la Universidad de Valencia Ramon Lapiedra estuvo al inicio de la reunión para explicar el estado de los trabajos en el Consell de Cultura, la lectura que inmediatamente se hizo del acuerdo del IIFV fue que no había convencido a sus miembros y estos habían optado por una posición de imposible encaje en el complicado debate del pacto lingüístico. Las explicaciones del director del IIFV, Antoni Ferrando, a la salida de la reunión no disiparon esa sensación, que se vio reforzada por las declaraciones del rector de la Universidad, Pedro Ruiz Torres, quien señaló, en un receso de la junta de gobierno, que los filólogos "ya han aclarado el origen del valenciano" y que "no se resolverá nada" si el dictamen no refleja la unidad de la lengua catalana. Paráfrasis ambiguas De la impresión creada por la resolución del IIFV da una idea que el Bloc de Progrés Jaume I emitiera poco después un comunicado en el que felicitaba al Institut de Filologia por rechazar "paráfrasis ambiguas que rozan el ridículo" y negarse a aceptar un dictamen que no reconozca la doble denominación "valenciano" y "catalán". El Bloc de Progrés añadía que el IIFV había actuado "con completa coherencia y honestidad". Casi al mismo tiempo, la Academia de Cultura Valenciana, situada a las antípodas y defensora de las tesis secesionistas, reaccionaba reafirmando su defensa del valenciano como "una lengua autóctona" y rechazando cualquier organismo normativo que integrara a personas que "no asumen la naturaleza diferencial de nuestra lengua". La sensación de que se había abierto la caja de los truenos y de que el pacto lingüístico era dinamitado desde los dos sectores enfrentados, sin embargo, se disipó por la tarde, cuando el director del IIFV, Antoni Ferrando, puntualizó que el sentido del acuerdo era constructivo. Ferrando insistió en que el IIFV valora el esfuerzo de consenso del Consell de Cultura. "No nos oponemos, pero pedimos que se corrijan algunas deficiencias", matizó, para añadir que la aspiración del organismo interuniversitario es que "se integre la esencia de las observaciones y que el CVC lo haga como crea oportuno". Ferrando aseguró que el organismo se había pronunciado "en términos filológicos". "Formularlo en términos políticos corresponde al CVC y no nos opondremos siempre que la doctrina no sea aberrante", añadió Ferrando, quien se declaró consciente de "la necesidad de superar la conflictividad" sobre la lengua.

Más información
El Consell de Cultura votará el dictamen el sábado ante las escasas diferencias entre el PP y el PSPV
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