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El sirio Mustafá Nasimi fue asesinado con una bala de fabricación americana

La bala que el pasado sábado causó la muerte al comerciante sirio Mustafá Nasimi es de fabricación americana, no habitual en España, lo que parece avalar las sospechas policiales de que el autor del crimen fue un asesino a sueldo contratado en el extranjero para este trabajo. La Brigada de Policía Judicial de Madrid carece aún de pistas sobre el móvil del homicidio, aunque la única hipótesis que baraja es que sea una venganza por encargo de un grupo de narcos.

"Estamos destrozados y no queremos decir nada". Sólo eso fue lo que comentaron los familiares de Nasimi, que ayer acudieron al Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde se estaba practicando la autopsia al cadáver. Tras el análisis médico-forense, la familia ha iniciado los trámites encaminados a obtener permiso judicial para trasladar a Siria el cuerpo de la víctima, según comentó un amigo.Mustafá Nasimi, de 49 años, comerciante de alfombras y azafrán afincado en España desde 1984, fue asesinado sobre las 10 de la mañana del pasado sábado, cuando acababa de salir de su chalé del número 40 de la avenida de Carondelet, en la urbanización Conde de Orgaz.

Nasimi se hizo conocido cuando sus hijos Rula y Abdul estuvieron secuestrados durante dos días en 1994 -cuando tenían 15 y 14 años, respectivamente- por un grupo contratado por un cartel colombiano de la droga que le reclamaba el pago de una deuda de varios cientos de millones. Los dos jóvenes fueron liberados por los GEO en un piso del barrio del Lucero, en Madrid, el 18 de diciembre de ese año.

Un mes después del rapto, Nasimi volvió a ser noticia al testificar en la Audiencia Nacional llamado por la defensa del supuesto comerciante de armas sirio Monzer Al Kassar, el cual fue absuelto de la acusación de estar vinculado con el secuestro del crucero italiano Achile Lauro, en octubre de 1985 en aguas próximas a Alejandría (Egipto).

Inspección infructuosa

La Brigada de Policía Judicial de Madrid inspeccionó ayer el domicilio de Nasimi en busca de algún documento que aporte alguna pista sobre el móvil del crimen, pero la búsqueda resultó infructuosa. La familia del sirio tampoco ha podido aportar ningún dato, ya que sostiene que Nasimi no solía comentarle los asuntos en los que estaba ocupado."Tenía muchos enemigos y desde hace años estaba en el punto de mira de grupos de narcotraficantes", recalcó ayer un comisario. El sirio asesinado había actuado en repetidas ocasiones, según este funcionario, como infiltrado o confidente de la policía y la Guardia Civil. Tales antecedentes inducen a los investigadores a orientar sus pesquisas hacia un posible ajuste de cuentas a cargo de alguna de estas organizaciones delictivas.

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Nasimi estaba en libertad bajo fianza, tras ser detenido y encarcelado el año pasado por su presunta relación con un alijo de cocaína interceptado por la Guardia Civil en Tenerife. Sus abogados le habían comunicado pocos días antes de su muerte que hoy presentarían un recurso contra el auto de procesamiento dictado por un juzgado.

La Brigada Judicial de Madrid sospecha que el asesino no utilizó una pistola, sino un revólver. El proyectil que destrozó el cerebro de la víctima estaba siendo analizado ayer por los técnicos en balística de la Brigada Provincial de Policía Científica. Según el dictamen provisional, se trata de una bala de fabricación americana, blindada, de 10 milímetros de calibre, inusual en España. Este tipo de munición suele emplearse en armas largas, generalmente de origen norteamericano, destinadas a caza mayor.

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