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La carrera de fondo de la UPV

Pasito a pasito, el euskera ha ido ganando terreno en la Universidad desde que hace dos décadas se empezaron a impartir las primeras clases en esta lengua. Sin que lo avanzado en esta carrera de fondo le lleve a echar las campanas al vuelo, y consciente del trecho que queda hasta la meta, el vicerrector de Euskera de la Universidad del País Vasco (UPV), Juan Ignacio Pérez, describe la situación actual: "Falta menos de lo que se ha hecho". Y lo que, a su juicio, hay que tener en cuenta aunque a estas alturas se dé por hecho: "El volumen de alumnos que estudia en euskera [en la UPV] es tan grande que el proceso no tiene marcha atrás". Concluido el primer plan de euskaldunización, éste es, a grandes rasgos, el panorama: un 25% del alumnado está matriculado en la rama de euskera, sólo tres de las 70 titulaciones se pueden estudiar íntegramente en este idioma, el 90% de las asignaturas del primer ciclo se ofertan en lengua vasca y castellana -aunque se reparten de manera muy desigual de unas carreras a otras-, si bien este porcentaje cae en picado en los cursos superiores y cerca del 20% del profesorado está preparado para impartir clase en cualquiera de los dos idiomas. No obstante, los sectores más radicales han multiplicado sus protestas por la lentitud con la que perciben que se implanta la lengua vasca en las aulas, los laboratorios y las oficinas de los campus. La UPV atraviesa ahora una etapa crucial de su travesía hacia la normalización lingüística. Un nuevo plan, que establecerá las pautas y los objetivos de euskaldunización para el próximo lustro, está en la recta final de su gestación; un proceso en el que unos autodenominados representantes del alumnado euskaldún exigen participar. El Rectorado, que ha escuchado a este colectivo como al resto de la comunidad universitaria, quiere alumbrarlo para finales de julio. Economía en tres idiomas En los últimos años, miles de jóvenes han cursado sus carreras en euskera. Ibon es uno de ellos. A sus 24 años, realiza un master en Gran Bretaña, en inglés obviamente, tras haber terminado Económicas en la rama de euskera hace dos. Explica que, como había estudiado en una ikastola, le pareció lógico proseguir su formación en ese idioma. Ibon resume satisfecho la experiencia: "Ahora sé economía en tres idiomas". Su caso es un ejemplo de la escasez de oferta en los cursos más altos. "De Primero a Tercero, todas las asignaturas eran en euskera; en Cuarto, sólo las obligatorias, las optativas, como todas las de Quinto fueron en castellano". "Mis profesores tenían menos experiencia que los de castellano, pero, como éramos menos en clase, nos podían prestar más atención que en un grupo grande", explica este veinteañero vizcaíno. El vicerrector de Euskera afirma que, aunque a los profesores contratados en los últimos tiempos para ocupar plazas bilingües todavía "les falten tablas, trabajan con enorme entusiasmo". " Me parece injusto que se les considere peores [que quienes dan clase en castellano]", afirma Pérez. Para ilustrarlo recuerda que los que él conoce más de cerca reciben las mismas o mejores calificaciones del alumnado. Una minoría de los docentes bilingües trabajaba ya en la UPV cuando decidieron prepararse para dar clase en euskera, una lengua que ya conocían. Juan Ramón Murua, profesor de Económicas, es uno de ellos. Algunos cursos ha simultaneado las clases de una misma asignatura a los grupos de euskera y castellano. Para Murua -quien estudió el segundo ciclo de la carrera en Barcelona, en catalán- la escasez de textos y artículos en euskera es probablemente el mayor problema al que se enfrentan quienes estudian una carrera en lengua vasca. Un problema que, con el sistema antiguo, que se apoyaba en gran medida en los apuntes de clase, pasaba más desapercibido, según Murua. Una profesora euskaldún de Químicas, que prefiere no dar su nombre, confirma: "La falta de bibliografía es la mayor desventaja" frente a los grupos de castellano. Sin ir más lejos, indica, "el primer libro editado en euskera de química general salió el año pasado". Murua subraya que, a medida que aumenta la demanda de enseñanza en lengua vasca, los grupos de uno y otro idioma son cada vez más parecidos en cuanto a tamaño. Paradójicamente, los estudiantes que al inicio del curso realizaron protestas callejeras y luego se han movilizado para reclamar que la normalización se acelere, exigen ahora una moratoria de la puesta en marcha del próximo plan de euskaldunización. El Rectorado sigue decidido a presentarlo oficialmente antes del parón veraniego. A juicio del profesor Murua, "es un proceso lento y hay que hacerlo bien. No me preocuparía que fuera un poco más lento para garantizar que los pasos son firmes". El parlamentario del PNV y miembro del Consejo Social Joseba Arregi sostiene que para llegar a la meta de esta carrera de fondo "hace falta consolidar lo que ya se ha logrado, darle fuerza, sin someterlo a un sprint continuo". La UPV quiere llegar a la meta, pero no en cualquier condición, sino en buena forma.

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