TEMOR DEL PREMIADO
Pedro Costa y Enrique Cerezo, productores de la película La buena estrella, dirigida por Ricardo Franco, han sido este año los ganadores del Premio José María Forqué, y por tanto de los cinco millones de pesetas de dotación, que anualmente concede EGEDA, entidad de gestión de los derechos de los productores audiovisuales, con el fin de estimular la producción cinematográfica española. El acto de entrega, en el que un notario dio a conocer el premio, se convirtió en una populosa cita de las gentes de cine, presidida por la ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, quien recordó el buen momento por el que atraviesa el sector, aunque el premiado Costa dijo poco después que, en cuanto a ayudas al cine, nunca se había atravesado un peor momento: «Ahora que tenemos público y buenos creadores vamos a dejar de tener cine como sigan así», dijo Costa, mientras la actriz Marisa Paredes afirmó que los responsables de la cultura gubernamental lo que tienen que hacer es dejarse de tanta palabra y actuar de una vez: «Precisamente porque ellos no hacen más que repetir que estamos en un momento excelente es cuando hace falta que aprueben las leyes que favorecerían al sector y que tienen paradas», señaló la actriz, una de las caras famosas que acudieron al acto en el que también se pudo ver a la escritora Carmen Vázquez Vigo, viuda de José María Forqué, Ricardo Franco, José Luis López Vázquez, Juan Antonio Bardem, y entre otros, a una sorprendente Helga Liné, habitual del cine español de los años 60 y 70, cuya belleza hizo que alguien la definiera como la Fausta española.-
