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Teología de la homosexualidad

Un genetista, un psicólogo y un sacerdote debaten en un centro de jesuitas sobre este "serio problema"

La genética y la psicología abordaron el tema de la homosexualidad esta semana en un debate organizado en Madrid por la Universidad Comillas. Y la teología lo zanjó. Intervinieron, durante tres días sucesivos, el genetista Juan Ramón Lacadena, el psicólogo Javier Martín Holgado y el profesor de teología moral Javier Gafo, que tuvo la última palabra. Unas 300 personas cercanas a la Compañía de Jesús llenaron el aula Pedro Arrupe, llamada así en memoria del que fue propósito general de la orden durante 16 años. El público (más mujeres que hombres, varias monjas y algunos jóvenes) discutió con los dos primeros ponentes, y se mostró más convencido ante las explicaciones del teólogo.Poco amigo del determinismo genético, Lacadena empezó por aclarar que algunos datos científicos "parecen indicar una relación entre los genes y el comportamiento sexual. Pero que nadie se confunda: "La genética puede predisponer, pero no determinar". También hay que considerar, advirtió, los factores ambientales.

El catedrático de Genética de la Complutense situó la cifra de homosexuales en el mundo en un 5%, la misma desde los años cuarenta. Luego de describir la trayectoria genética de la formación del sexo, explicó que buena parte de la diferenciación sexual se produce en el cerebro, hacia el tercer o cuarto mes del embarazo.

Ya centrado en la homosexualidad, Lacadena ofreció los datos de un estudio realizado en 56 parejas de gemelos monocigóticos (genéticamente idénticos) y dicigóticos. De los primeros, entre el 52% y el 57% eran homosexuales ambos, y de los segundos lo eran entre un 22% y 24%. El mismo estudio, realizado en 142 parejas de hermanos no gemelos, arrojó que las probabilidades de que ambos fuesen homosexuales bajaba a una franja entre el 10% y el 14%. En 57 hermanos adoptados (por lo tanto, sin ningún componente genético que los uniese) el porcentaje era sólo del 11%. "De estas cifras se deduce que la causa genética prevalece, pero también es lógica la posible influencia de un hermano en otro".

Un joven del público preguntó: "Por qué, si el programa genético de los humanos está diseñado para formar hombres o mujeres, no menciona usted la homosexualidad como una enfermedad?". Lacadena respondió con una comparación: sería como decir que resulta patológico que una persona sea alta.

Para la psicología, tal como lo expresó Martín Holgado, la homosexualidad tampoco es una patología. Hace dos décadas que fue excluida de la lista de enfermedades psiquiátricas de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Otra cosa es la posibilidad de que haya más problemas de salud mental en esa población: "Ser gay en una sociedad profundamente homofóbica es muy difícil. Falta entender que estamos no sólo ante una conducta sexual, sino también ante una orientación afectiva".

Frente al tema controvertido de la crianza de los hijos por parte de parejas homosexuales, el profesor de Comillas aseguró: "Hoy por hoy no se ha encontrado ningún desajuste psicológico en estos chavales. La psicología trata de ayudarles a que no se sientan diferentes porque tengan dos mamás". Y una señora del público arremetió ante la imagen de las dos mamás: "Yo vine normal, pero ahora me voy homofóbica".

Martín Holgado se lamentó de que los hallazgos de la psicología en esta materia no hayan calado todavía en la sociedad. "Pasa lo mismo que con la imagen de la adolescencia: la psicología ya ha dicho que esa edad no es consustancial a los problemas de conducta, y sin embargo los padres siguen instalados en la idea de que los adolescentes son conflictivos porque son adolescentes". .

Finalmente, Javier Gafo no ocultó su franca oposición al discurso de Martín Holgado. Aunque rechaza cualquier gesto homofóbico ("se trata de personas que no han escogido esa condición"), a su juicio la fundamentación genética o psicológica no altera la gravedad del problema moral: "El hecho dramático y real es que un porcentaje importante de personas se siente atraída por otras de su mismo sexo".Para Gafo, editor del libro Homosexualidad, un debate abierto, el sexo es una " asignatura pendiente para la reflexión teológica católica". Pero también le parece inadmisible que la homosexualidad sea puesta al mismo nivel que la heterosexualidad, que se permita que un niño crezca en una pareja homosexual y que los conceptos de familia y matrimonio se extiendan a esa parte de la población. Ni aunque la ciencia sugiera lo contrario.

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