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México impone restricciones monetarias a causa de los menores ingresos por el crudo

Juan Jesús Aznárez

Obligado por la caída del precio del petróleo y la volatilidad de los mercados financieros, el Banco de México decidió aplicar una política restrictiva que incluye reducir 2,36 millones de dólares (363 millones de pesetas) el dinero circulante a diario. Se espera una subida de los tipos de interés para atraer inversiones y afianzar el valor de la moneda nacional.Las expectativas inflacionistas y la tendencia a una mayor depreciación del peso mexicano respecto al dólar han obligado al banco emisor a limitar la cantidad de dinero que proporciona al sistema bancario, con el propósito de desalentar movimientos especulativos.

La situación, sin embargo, puede complicarse, y llevar a recortes presupuestarios serios si no hay acuerdos entre los países productores de petróleo. México ha perdido ya 115 millones de dólares (17.710 millones de pesetas) debido a la caída del precio crudo. Una contracción monetaria como la fijada ahora no se conocía desde octubre de 1996.

La nueva limitación del dinero circulante, en principio muy pequeña, se suma al ajuste del gasto publico ya decidido, consecuencia del entorno adverso creado por la tendencia a la baja del precio del petróleo y las sacudidas de las monedas asiáticas. Teóricamente, hasta ahora, el Banco de México se había mantenido neutral, es decir suministraba al mercado un monto de liquidez equivalente a la demanda diaria de la base monetaria: billetes y monedas en circulación. Ahora ese suministro es 20 millones de pesos menor que la demanda. Se pretende así evitar variaciones graves en las principales variables económicas; déficit presupuestario, tipo de cambio e inflación.

La crisis asiática y el abaratamiento del barril, 9,6 dólares, causaron una menor entrada de divisas en México, hecho que condujo a un mayor déficit comercial y a un tipo de cambio más alto, según admitieron fuentes oficiales. Al haberse disparado la inflación, el Banco de México limita el dinero circulante para que los tipos de interés suban, ya que los bancos tienen que pagar más para obtener liquidez, y se hace más atractiva la entrada de capitales.

El Gobierno de Ernesto Zedillo se impuso como meta una inflación del 12%, en 1998, pero para el primer trimestre del año se espera ya un 3,93%, casi el doble de los previsto. Respecto al tipo de cambio, pasó de 8,2 pesos por un dólar en enero a 8,75 ayer.

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