Más sobre el perdón
Anda la Iglesia española algo preocupada sobre si pedir o no perdón por su papel en la guerra civil española y la represión franquista, que duró, como quien dice, hasta ayer. Ignoro las motivaciones, que no dudo serán loables y hasta es posible que sinceras, pero de resultado imposible. El perdón se solicita y, por tanto, precisa del consentimiento del ofendido para alcanzar todos sus efectos. Y aquí reside el problema. Unos centenares de miles de españoles muertos por arte y magia del golpe de Estado de 1936, en el que la Iglesia fue cooperante necesaria y beneficiaria, no pueden ofrecernos su consentimiento. Que yo sepa, no se ha preguntado a los supervivientes, escasos por otra parte, ni tampoco a los españolitos que soportamos las consecuencias de aquellos salvapatrias que, hoy resurgen académicos como el Guadiana en años húmedos.Así que no hay que molestarse. El perdón es imposible. Por la parte que me toca, precisaría aderezarse de condiciones que no se han cumplido ni es previsible se cumplan antes del fin del mundo. En la práctica religiosa católica, una contrición real y en acto de confesión es bastante para que sus miembros se salven del fuego eterno. Pidan perdón así, porque en este valle de lágrimas no lo alcanzarán.-