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4.000 personas en la plaza de toros de Leganés

F. Javier Barroso

Los pases de pecho y los pasodobles de la plaza de toros de Leganés (174.500 habitantes) se transformaron en las primeras horas del año en baile de todos los ritmos y en música de pop y rock. La macrofiesta más multitudinaría de la región logró concentrar en el coso cubierto a unas 4.000 personas, algo más de la mitad de las previsiones de sus organizadores (7.500). Los asistentes se quejaron del frío y la música poco divertida que se escuchó.Cada asistente desembolsó 7.000 pesetas para poder disfrutar de los 270 metros de barra libre, la pista de baile de 400 metros cuadrados y un espectáculo de strip-tease. La fiesta comenzó a la una de la madrugada. Sin embargo, el recinto no se empezó a llenar hasta una hora más tarde. A los recién llegados se les obsequiaba con una bolsa de cotillón. Dentro contenía monteras o sombreros cordobeses de plástico junto con un matasuegras y un collar hawaiano de plástico.

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Desde el primer momento, las barras sufrieron las ganas bebedoras de los visitantes. El tiempo de espera no superaba en general el par de minutos. De eso se encargaban los 60 camareros y los 10 ayudantes que rellenaban diligentemente los vasos.

El punto álgido de la noche llegó de la mano de los cinco jóvenes (tres mujeres y dos hombres) que realizaron un espectáculo erótico ante los asistentes. Dos espectadores gozaron del privilegio de poder subir y abrazar a una pareja de actores. La chica incluso llegó a quitar el tanga al muchacho que cerró el espectáculo. "Estoy enamorada de él. Me ha parecido extraordinario. Me ha dicho que lo he hecho muy bien", comentó la joven, Mónica de Castro.

La asistencia de público decayó desde las cinco de la madrugada. Los asistentes lamentaron el frío que se sufría en el coso. Muchos no se quitaron siquiera el abrigo. Otra queja fue por la música que ofreció una orquesta, los Pop Tops. La mayoría consideró que uno se divierte más si se pincha mejor música. Algunos no volverán la próxima vez, comentaron. "Desde luego, si ofrecen las mismas cosas que este año, no pienso pagar lo mismo", puntualizaron Antonio y Gema, una pareja de Leganés.

La empresa organizadora reconoció que tendrían que instalar puertas para aislar el interior del coso. "Este año hemos querido dar a conocer nuestras actividades para ir ganando en asistencia en próximas ediciones", explicó el jefe de producción, Javier Rivas. La Fiesta terminó sobre las ocho, sin el tradicional chocolate con churros.

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Sobre la firma

F. Javier Barroso
Es redactor de la sección de Madrid de EL PAÍS, a la que llegó en 1994. También ha colaborado en la SER y en Onda Madrid. Ha sido tertuliano en TVE, Telemadrid y Cuatro, entre otros medios. Licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, está especializado en Sucesos y Tribunales. Además, es abogado y criminólogo.

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