Dos jueces se negaron a internar en un psiquiátrico al homicida de Arganda
Cipriano, Ruiz, de 43 años, detenido el jueves en Arganda de] Rey por matar de una puñalada en el corazón a Ismael Rodríguez, de 35, debería estar ingresado en un psiquiátrico, según un informe de los servicios sociales del Ayuntamiento. Sin embargo, dos jueces de Aranda se negaron a recluir a este "esquizofrénico grave agresivo" (según reza el informe médico), que había sido denunciado muchas veces por acoso a menores. La familia de Cipriano también pidió varias veces su internamiento.
Ismael Rodríguez, casado y con un hijo, murió por defender a su cuñada del acoso del presunto homicida, al que imputan unas 200 denuncias por perseguir a menores y mujeres de Arganda del Rey con fines obscenos.Al menos media docena de las denuncias llegaron a los juzgados de Arganda. Pero María de los Ángeles Martín,Vallejo, juez del Juzgado de Instrucción de Primera Instancia número 2, y Belén Verdyguer, del número 3, desestimaron en sendos autos el ingreso en un hospital psiquiátrico de Cipriano Ruiz Loeches e ignoraron las denuncias e informes presentados tanto por el Ayuntamiento de Arganda como por la propia familia.
El 20 de enero de este año, Encarnación Ruiz Loeches, hermana de Cipriano, se dirigió al Juzgado número 3 de la localidad para demandarle por amenazas e intento de agresión. La denuncia iba acompañada de un informe del hospital Alonso Vega de Madrid, donde se le diagnosticó esquizofrenia grave agresiva. A pesar del informe, la juez decidió no atender la solicitud, ya que "no se acreditó una agudización de su enfermedad y tampoco se apreciaba que el enfermo incurriese en una actitud violenta poniendo en manifiesto peligro la integridad física de otras personas y bienes".
Los servicios sociales del Ayuntamiento de Arganda recibieron un informe de la policía local en el que se hace constar la actitud agresiva del ahora detenido. Ese documento policial tampoco tuvo respuesta en los juzgados.
El detenido padece esquizofrenia desde los 14 años y vivía sólo desde 1996. Abandonó la vivienda de su hermana hace un año, tras la muerte de sus padres. Cipriano decidió vivir por su cuenta tras una subida de. la pensión por invalidez que percibía de 75.000 a 110.000 pesetas.
Al abandonar a su hermana dejó de tomar la medicación, que, según su familia, es el "único medio que consigue calmar su carácter violento generado por la enfermedad". A raíz de ese momento comienzan las agresiones sexuales a chicas jóvenes y adolescentes, según la policía local. Al tiempo comienzan las amenazas a su hermana y su cuñado.
Ayer por la mañana, los vecinos de Arganda lloraban de rabia al pensar que se podía haber evitado la tragedia. Una amiga de Vito, la joven agredida la noche del jueves, asegura que el suceso no habría ocurrido si la policía y la Guardia Civil, además de la justicia, hubiesen actuado a tiempo.
La última denuncia contra Cipriano tuvo lugar a primeros de año. Se abalanzó sobre una joven que iba acompañada de su novio, quien repelió la agresión. En la mañana de ayer, el cuñado del detenido, Ángel Piña, se personó en los juzgados de Arganda para advertir a la juez de que Cipriano al final había, matado a una persona. La juez no le recibió. Tan sólo mandó a un auxiliar a que le dijera que lo sentía.
