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La gratuidad de los libros escolares tardó cinco años en implantarse en Francia

La enseñanza en Francia es pública, gratuíta, laica y obligatoria desde 1882, a partir de una ley de Jules Ferry. La gratuidad de los libros escolares o manuales -cuya implantación se ha anunciado ahora en España-, tardó muchos años en llegar. No se inició hasta la presidencia del liberal Valery Giscard d'Estaing y con Raymond Barre de primer ministro, en el curso 1977-78, y culminó en el curso 1982-83, ya con el socialista Mitterrand en el Elíseo y Pierre Mauroy como primer ministro.Cada año era un curso más el que se beneficiaba de los libros gratuitos y la decisión empezó aplicándose con los alumnos de sixième" (10- 11 años).

Mientras las guarderías y la enseñanza primaria corren a cuenta de los ayuntamientos, la secundaria en los "colléges" (colegios) es asumida por el Estado, el municipio y el departamento. El primero paga todo el personal docente, el ayuntamiento se hace cargo del personal administrativo y de cierto material escolar para que el departamento sea quien proporcione los libros. El segundo ciclo de la enseñanza secundaria, es decir los cursos que se imparten en los "lycèes" (liceos), ya no cuentan con la gratuidad de los libros de texto.

En 1996 se calcula que cada alumno francés se gastó en libros necesarios para su escolaridad 194 francos (4.850 pts.) mientras permanecía en el "collège", pero la cifra se dispara al acceder al segundo ciclo: 924 francos (23.100 pts.). Los estudiantes que pueden demostrar no disponer de recursos suficientes siempre tienen derecho a libros gratis como también acceso libre a la cantina o posibilidad de residencia especial.

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