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Historias de agroturismo

Las autonómicas ambientan sus series en el sector gastronómico

Rosario G. Gómez

Las televisiones españolas han creado boticarias divorciadas con una vida familiar agitada (Farmacia de guardia) y doctores jóvenes de intachable conducta (Médico de familia). Han entrado en el próspero negocio del cava catalán (Nissaga de poder) y en el conflictivo sector del aceite andaluz (Vidas cruzadas). Han fabricado cocineros con vocación de lehendakari (Jaun ta jabe) y hosteleros especializados en comida rápida (Pratos combinados). Han retratado a chorizos de tres al cuarto (Makinavaja) y a fracasados hombres de negocios (La casa de los líos). Ahora le toca el turno al sector del agroturismo, actividad en la que se embarcan los protagonistas de Benta Berri, serie creada por la cadena autonómica vasca ETB cuyo estreno está previsto para el próximo 8 de septiembre. Las televisiones autonómicas están estos días en pleno proceso de renovación de sus series de producción propia. La buena marcha de algunos veteranos productos, que explotan situaciones de la vida cotidiana, aderezadas en la cocina, ha provocado una prolongación de los capítulos.Televisión de Galicia prepara para la próxima temporada de otoño nuevas entregas de sus emblemáticas series Pratos combinados y La familia Pita, en las que se reflejan comportamientos costumbristas.

Euskal Telebista se enfrenta a otra tanda, compuesta por 23 episodios, de Jaun ta jabe, comedia protagonizada por un cocinero reconvertido en lehendakari. La trama se enredará hasta límites insospechados. Hasta el punto de que el propio presidente norteamericano, Bill Clinton, se verá involucrado en el popular serial vasco.

A imagen y semejanza de Goenkale -la serie de más éxito entre la audiencia vasca-, ETB ha comenzado este mes el rodaje Benta Berri, llamada a convertirse en la estrella de la temporada del canal en euskera. Creada por Pausoka, el serial está dirigido Joseba Gardeaabal y producido por Salvador Rodríguez. Con abundanes toques de humor Benta Berri tiene como escenario un típico caserío reconvertido, por mor de la moda y de las abundantes subvenciones, en un centro de agroturismo.

Narra la vida de Tomás Kortazar, de 40 años y separado, que ha heredado de su padre la hacienda familiar. Tras la muerte de su hermano, Joxemiel, transforma el mayorazgo en hospedería de agroturismo con la esperanza de convertirlo en un negocio próspero, pero sin excesivo esfuerzo.

La vida cotidiana se va complicando con la incorporación de dos trabajadoras -una cocinera cascarrabias y una atractiva camarera- y la afluencia de una fiel y pintoresca clientela: un agricultor juerguista, un aparejador municipal, la maestra de la escuela, un cibernauta chiflado, un sociólogo presuntuoso, un universitario americano, un enigmático viajante y una actriz pretenciosa.

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