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La familia Kennedy se une a los homenajes que recibe el Rey en Estados Unidos

Don Juan Carlos sucedió ayer a Corazón Aquino, Nelson Mandela y Vaclav Havel en el papel de huésped de honor de la familia Kennedy en el museo y la biblioteca de Boston que llevan el nombre del presidente norteamericano asesinado en 1963. El senador Edward Kennedy se convirtió así en otra de las prominentes figuras de la vida norteamericana que estos días rinden homenaje al Rey. Éste recordó que doña Sofía y él conocieron en 1962 a John F. Kennedy, del que alabó su "idealismo, vitalidad, jovialidad y audacia"."La convicción de que los beneficios que brinda la libertad o son de todos y para todos o no son; de que la igualdad de oportunidades ha de ser general, sin distinción de color, sexo o religión; de que obligaciones y derechos han de estar equilibrados, proporcionalmente asumidos según las capacidades y los recursos de cada uno, y exigidos y garantizados sin distinción por la acción del Estado", fueron algunos de los elementos del ideario de Kennedy citados por el Rey.

De los elogios públicos de Hillary Clinton en la inauguración del Centro Juan Carlos I de la Universidad de Nueva York -"el Monarca europeo que más ha hecho por la democracia en este siglo"- al silencio reverencial con que unas 800 personas reunidas para cenar en un hotel neoyorquino escucharon sus palabras en la noche del jueves, todo lo dicho y hecho por los anfitriones norteamericanos del Rey confirma su prestigio en este país. Su figura se asocia a cuatro hechos: su aportación a la construcción de la democracia española, su dimensión europea, su defensa universal de la tolerancia y su prestigio en el mundo hispano de América Latina y Estados Unidos.

Al acto de la noche de jueves enviaron mensajes el presidente, Bill Clinton; el alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, y el embajador norteamericano en la ONU, Bill Richardson. Presentes estuvieron, entre otros, David Rockefeller, Elie Wiesel, Cyrus Vance, Paul Volcker, Farah Palehvi, José María Amusátegui, Ana Botín, Paloma O'Shea y los líderes religiosos de las comunidades judía, católica, ortodoxa y Musulmana de Nueva York. El Rey recibió el Premio Estadista Mundial, de la Fundación Llamamiento a la Conciencia, que preside el rabino Arthur Schneier.

Potenciar las relaciones

Don Juan Carlos, que mañana culmina en Nueva York su estancia en EE UU, está asentando las bases de las relaciones de España con los grupos sociales, religiosos y culturales de la superpotencia y, en particular, con las comunidades hispanas, los medios universitarios y los descendientes de los judíos sefardíes.El miércoles, al inaugurar el Centro Juan Carlos I, aludió a la conmemoración el próximo año del centenario de la guerra por Cuba y Filipinas entre España y Estados Unidos, un acontecimiento que puso fin a la presencia colonial española en América y supuso el nacimiento de la gran potencia mundial norteamericana. Pero evitó hurgar en esa herida para subrayar algo más positivo y desconocido por muchos norteamericanos: el apoyo intelectual, político, económico y militar de España a la causa de la independencia de EE UU.

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