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NECROLÓGICAS

Josep Palau Balletbó, pacifista de verdad

Josep Palau Balletbó nació en Cornellá en 1956 y murió el pasado miércoles en Barcelona. Se pasó su corta vida en una larga lucha, primero por la democracia en España, y luego por la paz en Europa. En sus años más jóvenes arriesgó su libertad combatiendo a Franco y en los últimos comprometió su prestigio tratando de detener las guerras yugoslavas. Siempre tuvo una causa en la que creyó sinceramente. Vivió con esperanza y generosidad. Se ganó el respeto de muchos y trató de entender a próximos y lejanos. Para ello estudió libros y lenguas, visitó países, habló con gentes sencillas e importantes y escribí sin parar explicando sus ideas. Gastó bien su vida, aunque muy deprisa. No hizo daños que yo sepa, y sí muchos favores.Quien quiera conocer cómo ha sido posible que la guerra haya vuelto a asomar su horrible faz en Europa encontrará en El espejismo yugoslavo, el último libro de Palau, una herencia útil. En el prólogo de este libro, Johan Galtung se refiere a Palau como "el español mejor informado sobre la realidad de Yugoslavia, uno de los pocos europeos que investigó en todos los lados del país del infortunio, tendiendo puentes de diálogo entre todas las partes enfrentadas". Recuerdo algunas conversaciones en las que Josep se quejaba amargamente de la tendenciosidad de la mayor parte de los medios de comunicación occidentales al tratar sobre las guerras yugoslavas. No lo entendía. Pero tuvo que rendirse a la evidencia de que en todas las guerras la verdad es la primera víctima. La tristeza que esto le produjo envenenó su frágil salud. En cierta medida, Palau ha sido otro de los españoles que ha muerto tratando de hacer posible la paz entre las gentes de la vieja Yugoslavia.-

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