Interior ultima el acuerdo para que los GRAPO abandonen las armas
El Gobierno tiene prácticamente concluida la negociación que ha mantenido durante el último año con los GRAPO para lograr la disolución de la banda terrorista, que tiene en su haber, desde su fundación en 1975, 80 asesinatos. La disolución de los GRAPO supondrá la legalización de su brazo político: el Partido Comunista de España Reconstituido (PCEr), que acatará la Constitución. Responsables del Ministerio del Interior confían en que durante los próximos días se produzca el anuncio formal de disolución. Uno de los escollos que había para culminar el acuerdo era la posición que pudiera adoptar el dirigente Fernando Silva Sande, que está en paradero desconocido desde su fuga de la cárcel de Granada en 1992. Esta duda ha quedado resuelta: Silva Sande ha comunicado a sus compañeros que apoya el actual proceso negociador. Interior, por su parte, exige de los GRAPO la máxima información que pudiera conducir hasta el paradero del empresario Publio Cordón, secuestrado en Zaragoza en junio de 1995. En los dos últimos meses, dos oficiales del Cesid, que están llevando el peso de los contactos, han visitado en varias ocasiones la prisión de Sevilla II para hablar con presos de los GRAPO.
