Clinton no logra acallar las críticas a la Helms-Burton
La decisión del Presidente estadounidense, Bill Clinton, de suspender durante otros seis meses la aplicación de la parte más conflictiva de la ley Helms-Burton, la que permite medidas punitivas contra las empresas extranjeras que inviertan en Cuba, no ha acallado las críticas de los aliados de EE UU, que exigen la retirada definitiva de la ley.El representante especial del la Unión Europea (UE) para este asunto, el belga Hugo Paemen, dio la bienvenida al gesto de Clinton, pero recordó que la permanencia de la ley no evita la controversia. Canadá, uno de los principales inversores en Cuba, acusó a Washington de empeñarse en mantener su política por encima de la opinión de los demás países. España, al igual que el resto de sus socios de la UE, asegura que el aplazamiento de ese apartado de la ley no va a modificar la estrategia europea ante la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Éste es el centro de la cuestión. Los analistas estadounidenses señalaban ayer que Clinton ha logrado, por el momento, desactivar el peligro de una guerra comercial, pues la UE, Canadá y México han adoptado normas legales que les permiten castigar a las empresas norteamericanas que denuncien a inversores europeos en Cuba. En cambio, la decisión presidencial no evita que siga su curso la demanda ante la OMC.
La UE, Canadá y México no reconocen la autoridad de EE UU de imponer sanciones a terceros sobre asuntos en un territorio en el que no es soberano. Las posibilidades de EE UU de perder el caso son, a juicio de los juristas, muy elevadas. Otra ley en disputa es la conocida como ley D'Amato, que repite el mismo es quema, pero referido a las inversiones extranjeras en Irán y Libia. En este último país, la compañía petrolera española, Repsol tiene cuantiosas inversiones e intereses.
