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El actor británico Hugh Grant afirma que expimirá a fondo su paso por Hollywood

Elizabeth Hurley se presenta como productora en la última película del intérprete

Andrés Fernández Rubio

El encanto inglés de Hugh Grant se ha percibido en Hollywood. La industria ha ayudado al actor británico a crear una produtora y a poner al frente a su novia, Elizabeth Hurley, con el dudoso resultado de Al cruzar el límite, película que se estrenará el 20 de diciembre en España y que la guapa pareja presentó ayer en Madrid. El actor británico, de 34 años, piensa que "hacerlo bien" en el trabajo es el mejor antídoto contra el instinto de locura que lleva consigo la fama, y se muestra dispuesto a sacarle el máximo provecho a la oportunidad que le ha brindado Hollywood.

Ambos llevan casi nueve años juntos y forman una pareja espectacular. Los dos son delgados, de ojos claros, piel brillante y manos alargadas, y desprenden un irresistible atractivo inglés. Grant, con sus botas de ante y ropa en tonos azules, se mostró durante el encuentro con un grupo de periodistas fiel a su imagen atildada, atusándose de vez en cuando el pelo perfectamente colocado -"Hubo una gran discusión sobre qué hacer con el pelo de Hugh", declaró Andie McDowell sobre Cuatro bodas y un funeral. "Creo que nunca ha habido ninguna gran discusión sobre qué hacer con mi pelo".Hugh Grant y Elizabeth Hurley se conocieron durante el rodaje en España de Remando al viento, de Gonzalo Suarez -"es un actor con peligro y ahí radica su atractivo", según el cineasta-, y hasta el éxito internacional de Cuatro bodas y un funeral Grant trabajó en elaboradas producciones europeas. "No creo que Al cruzar el límite sea una película simplista", se defiende ante la sugerencia de que su entrega a Hollywood ha carecido por completo de prejuicios. "Pienso que quizá Nueve meses lo era, pero es que ante mí se presentaba una insólita oportunidad que me llegó de pronto de Hollywood. Pensé que iba a ser corta y que ya tendría tiempo de volver a participar en las producciones europeas. Creo que tenía que intentar obtener el mayor partido posible de esa breve oportunidad".

Antes y después

Hay un antes y un después en la carrera de Grant desde que hizo Cuatro bodas y un funeral, lo mismo que desde que fue detenido por la brigada antivicio mientras la joven Divine Brown le practicaba una fellatio en Los Angeles en el verano de 1995. Grant fue juzgado por la doble moral americana y redimido tras pedir perdón ante las cámaras. "Hollywood adora perdonar", titularon los periódicos británicos. Pasados los meses, el actor no cree que aquello haya tenido "ningún efecto particular, ni positivo ni negativo", en su carrera. Y añade que habría que ser "un lunático" para medir en términos de rendimiento publicitario aquella aventura. En otra habitación, donde también hablaba con la prensa como productora de la película, Elizabeth Hurley hizo al respecto una declaración de compromiso: "Nunca se puede reescribir el pasado, pero hasta cierto punto sí que se puede determinar el futuro. Y hay que vivir en el presente".El actor, a quien al comienzo le había hecho gracia convertirse en estrella de la prensa popular, ha dado un giro radical en este sentido. "Al principio me parecía interesante que se escribiera sobre nosotros porque previamente yo no aparecía salvo en la revista de la parroquia", comenta. "Por eso, leí lo que se publicaba durante los primeros seis meses. Pero a partir de entonces me di cuenta de que, si sigues lo que se dice sobre ti, tu vida enloquece. Simplemente hay que trabajar y hacerlo bien, porque en caso contrario puedes irritarte con tantas cosas que tu trabajo se resiente".

Grant afirma que nunca pensó que Cuatro bodas y un funeral se convertiría en un gran éxito internacional. "Porque hasta entonces" dice, "sólo había participado en películas fracasadas". "Trato de no pensar en el éxito", añade, "sino en participar en cosas que creo van a resultar interesantes. A veces creo que he elegido bien, como en el caso de Al cruzar el límite, y otras admito que no tanto, como con Nueve meses".

Emma Thompson, que trabajó con el actor en Sentido y sensibilidad, ha declarado que "es difícil no explayarse sobre su ingenio, encanto y belleza: una chica debe tener su orgullo". Y su novia, Elizabeth Hurley, encuentra que Grant ha demostrado nuevas cualidades, "una vulnerabilidad" que no se percibía en papeles anteriores. El actor asegura haber aprendido con los años a no pasarse con la actuación. "Porque en la pantalla mides varios metros durante 90 minutos y si sobreactuas acabas resultando repelente para la gente".

Hugh Grant, que obtuvo un premio de interpretación en Venecia por Maurice (1987), ha intervenido en películas como Lunas de hiel, Lo que queda del día, Una insólita aventura y Sirenas. Entre sus proyectos sigue estando presente la industria de Hollywood. "Tengo que ser la estrella porque ése es el trato que he hecho con el estudio", dice el actor. "Aunque me aburriría volver a hacer una comedia romántica sobre bodas", añade, "y creo que he interpretado demasiadas veces al típico inglés reprimido, por lo que tampoco me fijaría ahora en un papel así".

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