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El 'tornado" encabeza la cosecha de oro

León y Ballester consiguen matemáticamente la victoria en la clase más rápida

La vela española no ha tardado mucho en subirse al carro de las medallas. Con antelación, incluso. Fernando León y Josele Ballester, pese a ser penalizados en la primera de las dos regatas de ayer por una. salida anticipada, fueron terceros en la segunda y son ya inalcanzables en la clase tornado por los siguientes clasificados en la última regata de hoy. Ni siquiera saldrán. Así, de paso, se evitarán la paliza que supone navegar en Savannah, por sus aguas y por la nefasta organización.La pareja León-Ballester era una de las dos grandes opciones de oro en las difíciles aguas de la bahía, con vientos fuertes y corrientes, y se ha confirmado. La otra, Theresa Zabell y Begoña Via Dufresne en el 470 femenino, continúa siendo posible, aunque un décimo puesto ayer permitió que amenazaran su liderato las norteamericanas Stookey y Voorhis. En las dos regatas de hoy, sin embargo, pueden conseguir el segundo título de la vela española.

León, arquitecto técnico, de 30 años, es uno de los grandes regatistas de la escuela canaria al que faltaba la medalla olímpica. En Seúl la rozó, pero una avería en la regata final se la quitó. En Barcelona, donde reside como casi todos los Doreste, sólo pudo ser sexto patroneando el soling con el príncipe Felipe y Alfredo Vázquez, clase en la que también había sido quinto en el Mundial. El cambio al más ligero tornado, dejando a Luis Doreste en el soling, ha resultado clave. Campeón del mundo en 1994, tercero en 1995, y segundo en 1996, le colocaban entre los grandes favoritos. Lo eran aún más los franceses Loday y Henard, pero al final no han participado sus sustitutos, Le Peutrec y Citeau, marchaban cuartos, fuera del podio. Tras el barco español, las otras medallas podían ser con más probabilidad los australianos Booth y Lendennberg y los norteamericanos Lovell y Ogletree.

Ballester, de 28 años, de Vinaroz, afincado en Palma de Mallorca y estudiante de Empresariales, sí participó en tornado en Barcelona, donde acabó 12º. Desde entonces pasó a ser el acompañante de León con los mismos éxitos. El tornado es un barco al que no estaban acostumbrados los regatistas españoles, pero no han necesitado demasiado tiempo para ponerse al día. A León le costó al principio, pero después, a base de aprender de los demás y de regatear mucho fuera de España, ha tenido una progresión brillantísima.

El tornado es el único catamarán de la flota olímpica, es decir, el único barco con dos cascos, por lo que es el más rápido, al igual que sucede con los grandes barcos de las regatas transoceánicas. También es la última clase que ha entrado en el programa, junto a las tablas.

El barco español se puso líder ya en la primera jornada con dos segundos puestos y su regularidad ha sido tal que ha conseguido la medalla de oro sin ganar ninguna regata. Tras los dos segundos puestos, León y Ballester obtuvieron un cuarto puesto, dos quintos, un segundo, otro cuarto y un tercero hasta las dos últimas regatas de ayer. Los australianos ganaron tres pruebas, pero fallaron dos días en que acabaron 14º y 17º. Los norteamericanos se impusieron en la primera de ayer, pero ya era tarde, pues su regularidad había rondado siempre sobre los terceros y cuartos puestos y además. se fueron en la última regata de ayer hasta el décimo lugar.

Al resto de los barcos españoles les ha pasado una dura factura la dureza del viento y las difíciles aguas de la bahía de Savannah. Aparte del tornado y del 470 femenino, las posibilidades de medalla se han esfumado casi completamente, lo que deja la cosecha esperada de tres o cuatro en la mitad Josele Doreste y Hermida hicieron segundos ayer en star, pero ya demasiado tarde, pues iban séptimos en la general ganada por Brasil (muy agradecido porque entrenaron con ellos y les ha servido de mucho). Van der Ploeg quinto en finn para el mismo puesto. Luis Doreste, Domingo Manrique y David Vera cuartos en soling perdieron ayer la remota posibilidad de subir del octavo al sexto lugar y poder disputar las match race finales entre los seis mejores barcos.

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