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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

TVE internacional y el cambio

A miles de kilómetros de distancia, los españoles de la emigración ya hemos notado la consideración que el nuevo Gobierno del PP tiene hacia nosotros. La nueva programación del canal internacional de TVE simplemente nos expulsa hacia otras ondas y otras culturas. Fueron necesarias muchas presiones, muchas cartas a los periódicos, muchos contactos a todos los niveles para que el anterior equipo dirigente de TVE nos ofreciese una programación digna. Al menos según los criterios de dignidad imperantes en TVE.Pero el sueño duró poco. Los emigrantes españoles volvemos no sólo al sonrojo, sino a la vergüenza más absoluta, al ver la programación del canal que debería servir de embajador de la España actual en el mundo.

Si antes del penúltimo cambio de programación había un problema de descuido, la parrilla actual es una clarísima muestra de desprecio hacia una audiencia que no rinde en el Estudio General de Medios y que no aporta una rentabilidad financiera a la conductora del Porsche.

Cabezas pensantes del Partido Popular, a ustedes me dirijo. ¿Se han parado a, pensar que su audiencia europea puede comparar TVE-1 con canales tan sofisticados como la televisión de Turquía o de Marruecos y salimos perdiendo?

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Señor ministro de Exteriores: en sus próximos viajes compruebe cómo la basura que TVE-1 nos ofrece es muchísimo peor que la que usted criticaba en sus tiempos de residente en Bélgica.

No me quejo aquí de la burdísima manipulación de los informativos (mucho menos profesional que la simple manipulación que hacía TVE con el PSOE), sino de que mientras nos informan de los nuevos productos de la programación de La Primera nos emiten series de 1990....y anteriores. De que la parrilla se rellena con lo primero que alguien encuentra y no devenga derechos. De tener que soportar cómo el pobre Lobatón nos dice que son las 22.43... cuando en mi reloj son las, 23.49. De ver cómo nos anuncian los nuevos capítulos de una serie de producción propia y emiten el primer episodio de la temporada anterior, que ya vimos en su momento. De que nos corten los programas a la mitad en virtud de no sé qué extraña insania. De ver, por tercera vez en dos años, series que nadie vio en España en su momento (Melba). De que las informaciones de programación que publican en los periódicos tengan sólo algún ligero parecido con lo que después nos, toca, padecer. En fin, de sentir, ¡otra vez!, vergüenza de ser españoles cuando oímos a nuestros compañeros o vecinos comentar los programas que han visto en sus respectivos canales nacionales franceses, británicos, alemanes, portugueses o turcos.

Créanme, señores del Gobierno. Si su política de austeridad y rigor presupuestario tiene TVE-1 como muestra (para qué hablar del inexistente Instituto Cervantes), habrán conseguido en muy poco tiempo que el resto del mundo vuelva a ignorar qué es España y dónde está; claro que, a lo mejor, es lo que ustedes buscan para que nadie se entere de cómo gobiernan.-

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