BODA CIRCENSE
"Señoras y señores, bienvenidos a la boda del año", dijo el director del circo . Desfilaron payasos, trapecistas, malabaristas, domadores y, por último, sobre un elefante que llevaba escrito en su piel rugosa "Recién casados", los protagonistas de la jornada: el alcalde de la capital colombiana Antanas Mockus y su novia. Y entraron a la enorme jaula los siete testigos. Siete enormes tigres de bengala que ocuparon dócilmente su lugar alrededor de una mesa con mantel blanco. Con paso vacilante ingresaron los dos notarios que certificaron la boda. Al finalizar la lectura del acta -en la que el notario confirmó que "los novios estaban en sus cabales"-, el beso de los recién casados, la ovación cerrada del público, y el rugido de una de las fieras, cerró el pacto matrimonial. Fue el matrimonio a la medida para un alcalde con pasta de domador. Como dijo el sacerdote Francisco de Roux al final de la ceremonia, que se realizó el sábado, esta boda fue "un acto alegre y divertido en medio de la zozobra que vive Colombia".-
