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El Gobierno rebaja las exigencias para invertir en el cable

El mínimo se establece entre 200 y 2.000 millones de pesetas

El borrador del reglamento que desarrolla la Ley de Cable que fue entregado al Consejo Asesor de Telecomunicaciones ponía duras condiciones económicas y técnicas a los operadores. Tras recibir las primeras reacciones del sector, el Ministerio de Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente ha suavizado tales condiciones. Ha rebajado la exigencia de aportar un capital mínimo de entre 500 y 5.000 millones de pesetas. La inversión mínima será entre 200 y 2.000 millones, según las demarcaciones.

El texto del reglamento todavía no es el definitivo, ya que debe recibir las sugerencias de los sectores representados en el Consejo Asesor de Telecomunicaciones y en especial de los radiodifasores interesados en el sector del cable. Incluso la propia dirección general de Telecomunicaciones, del ministerio de Obras Públicas, cuyo titular es José Borrell, está introduciendo cambios.El borrador tiene que pasar también por el Consejo de Estado antes de que sea publicado en forma de decreto. La publicación está prevista para antes de que acabe el próximo mes de febrero, plazo que marca la ley aprobada a finales de diciembre pasado.

En el texto del reglamento se establecen cuatro categorías de demarcación según el número de habitantes a los que potencialmente puede llegar el cable: una categoría denominada especial, para más de 500.000 habitantes; una categoría de primera, para demarcaciones de entre 200.000 y 500.000 habitantes; una segunda categoría (entre 100.000 a 199.000 habitantes) y una tercera categoría, para cobertura de menos de 99.999 habitantes.

El capital social mínimo que . se va a exigir a los operadores de cable es de 200 millones de pesetas (antes 500), para las demarcaciones de la tercera categoría; 400 millones (antes 1.000), para la categoría segunda; 800 millones (antes2.000), para la categoría primera y 2.000 millones de pesetas (antes 5.000) para la categoría especial.

Según fuentes de los operadores ya existentes, unidos a la asociación de distribuidores de cable, AESDICA, en la actualidad sólo dos empresas de cable asociadas superan los 500 millones de inversión y existen algunas más que superen por muy poco los 200 millones de pesetas.

De acuerdo con cálculos hechos por esta asociación, la mínima inversión exigida en el borrador reformado a última hora sólo permitiría acometer una demarcación de 50.000 habitantes, que equivale a la inversión hecha por las actuales televisiones locales que llegan a un segmento similar de población.

También las condiciones técnicas exigidas para trazar las redes de cable ponen el listón muy alto. Para la concesión de la licencia será un criterio determinante que tanto las llamadas "troncales" -las redes principales que definen el circuito de la demarcación desde la cabecera de cable hasta prácticamente las manzanas de las casas- como la red de distribución -que va desde la manzana hasta cada vivienda y abonado- sean de fibra óptica (considerado como el material más avanzado en cable, ya que permite el paso de una mayor cantidad de información y los servicios interactivos). En el caso de las redes de distribución se valorará también que llevar además cable coaxial (el que se utiliza ahora normalmente para la distribución de televisión por cable).

Estas exigencias hacen más difícil la pervivencia de la mayor parte de las actuales infraestructuras que ya existen, construidas exclusivamente para canales de televisión y no para otros servicios interactivos que requieren fibra óptica.

El MOPTMA ha decidido también ampliar las consultas con los sectores que se han interesado sobre las situaciones de dominio en el mercado de redes de cable.

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