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Tribuna
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Jospin y González

¿Puede ser González su propio Jospin, o resultaría más conveniente para el PSOE buscar otro candidato para las próximas elecciones? Pese a las semejanzas obvias entre el partido socialista francés y el español, las diferencias son, sin embargo, notables.Los socialistas franceses han tardado largo tiempo en encontrar un nuevo líder que encabece la regeneración del partido, herido gravemente por los escándalos, y posibilite una cierta recuperación electoral. En Francia, pues, regeneración y reactivación electoral van íntimamente unidos. La figura de Lionel Jospin encarna ese doble anhelo.

En el caso del socialismo español, los dos objetivos se presentan de forma contradictoria. Felipe González no puede protagonizar la regeneración de. su partido, ¿tal vez sí auspiciarla?, pero, sin embargo, es quien garantiza un mejor resultado en las urnas. La diferencia quizás no sea solo cuantitativa: las estimaciones más fiables otorgan veinte o treinta escaños de ventaja a González sobre cualquier otro candidato socialista. Esos diputados de más podrían impedir la mayoría "suficiente" de José María Aznar.

vecino, la crisis de liderazgo vino determinada en buena medida por el ocaso físico del líder natural, François Mitterrand. En España, si hay. algo claro es que no existe un vacío de liderazgo: González domina la estructura interna del PSOE, de hecho el debate sobre la sucesión depende exclusivamente de su decisión personal. Por otro lado, pese a la tensión entre renovadores y guerristas, el PSOE no arrastra una cultura de divisiones internas estructurales como el PSF, don-

El propio respaldo electoral presenta también diferencias sustanciales. Las elecciones europeas de 1994 fueron el punto culminante del declive del socialismo francés, que, con menos del 10% de los sufragios, quedó al borde de la desintegración. La solidez del socialismo español es nítidamente superior: las municipales de mayo, celebradas en un momento crítico, depararon al PSOE el 30% de los votos, a cinco puntos escasos del PP y con el doble de sufragios que la tercera fuerza, Izquierda Unida.

De ahí que los, aspirantes a suceder a González se tienten la ropa con precaución. A Jospin le resultaba muy fácil sobrepasar el listón anterior. Cualquiera de los delfines de González sabe que si su candidatura obtuviera un resultado inferior al 30% se le responsabilizaría de un fracaso personal. Finalmente, hay otro aspecto esencial: Jospin ha salvado a su partido de la desaparición, insuflándole nuevos ánimos, y ha empezado a reconstruir un mensaje con autoridad moral hasta llevarle... a la oposición, donde tal vez permanezca largo tiempo, pese a la actual agitación social. ¿Están los socialistas

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