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Cielo, que va a ser de mí

Rocío García

"Pensando en ti me dormí, / retrato del mismo cielo. / Desperté y me vi sin ti. / Me eché a llorar sin consuelo. / Cielo, qué va a ser de mí". El fandango de Paco Toronjo, interpretado alrededor de una mesa y jaleado por sus contertulios, es capaz de quebrar el aliento. La petenera de José Menese -"Sentenciado estoy a muerte / si me ven hablar contigo"- siembra el lamento.Pero el lamento lo han dejado para el cante y la guitarra. Manolo Sanlúcar dice que Flamenco es importante porque reúne a las figuras más destacadas y significativas a nivel individual. "Están suficientemente representados todos los caminos que se han desarrollado en la historia del flamenco y que han ido tocando los distintos intérpretes", opina Sanlúcar, para quien el flamenco es el único género artístico que "maneja la pureza y la tradición". "Está claro que mucha gente presiente la autenticidad del flamenco, ese algo que lleva en su interior y, que todavía está por descubrir", comenta Sanlúcar.

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Saura atrapa el duende del flamenco

La importancia que para el flamenco tiene la película es compartida por José Menese. "Si el flamenco se trata con honestidad y verdad, el resultado es buenísimo", dice el cantaor.

Del clasicismo a la vanguardia. Ése es el mérito de Carlos Saura, según Juan Carmona, del grupo Ketama, el representante de lo que se ha venido a llamar nuevo flamenco. Ketama interpreta con Manzanita una rumba, número final de la película. "Es un panorama muy bien visto de lo que es el flamenco de hoy, desde lo más puro a los nuevos aires", dice Juan Carmona, para quien Ketama "es una rama más de las distintas que provienen de la raíz del flamenco, que ha fusionado con las músicas actuales".

Los artistas creen que la película puede contribuir a un mejor conocimiento de la música flamenca, dado el escaso interés institucional en el tema. "El flamenco en España no tiene ningún apoyo institucional, y eso que es la única música verdadera española y única en el mundo", dice Juan Carmona, quien se lamenta de la ausencia de programas de televisión para dar a conocer el flamenco. Algo parecido opina Manolo Sanlúcar: "Tanto los jóvenes andaluces como los españoles en general tienen unas claras influencias anglosajonas que llegan a todos los niveles y sobre todo a los comerciales. En televisión, nunca te hablan de los espectáculos nacionales, pero en cuanto llega a España cualquier intérprete extranjero te informan enseguida de sus actuaciones, datos de entrada y demás. Tienen un claro dominio del mercado. Y, sin embargo, los niños en Andalucía siguen acercándose a su cultura..".

Quizás por esto, Ketama tiene claro que el flamenco tiene que llegar a la juventud a través de la fusión con otras músicas, hacerlo suyo y digerirlo. "Si un joven oye por primera vez una siguirilla la rechazará porque es dura, pero si le vas educando con rumbas y toques de siguirilla llegará a la siguirilla y le entusiasmará".

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