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El diálogo con los médicos se reanudó bajo presión de un encierro en el Insalud

Los huelgusitas en Valencia inician las negociaciones con el PP vencedor

Los médicos especialistas del Insalud se cansaron de esperar. Tras 24 días de huelga en hospitales de 10 comunidades autónomas e interminables reuniones con la Administración, cinco miembros del comité de huelga decidieron encerrarse anoche en la sede madrileña del Insalud para forzar un acuerdo. La medida de fuerza obligó a Sanidad, en pocos minutos, a sentarse nuevamente a negociar. Por la mañana, la ministra, Ángeles Amador, advertía que las amenazas de los médicos se podían volver en su contra: "No debemos agudizar ni la preocupación ni las consecuencias de la huelga"

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) convocante de la huelga, anunció hace dos días un salto cualitativo en la reivindicación. La primera medida tomada ayer fue el encierro de cinco de los miembros del comité de huelga en el despacho del secretario general del Insalud en Madrid, tras entregarle un documento. Se trata de Carlos Amaya, Domingo Coronado, Tomás Toranzo, Carlos Almoyna y Julian Hilario. Según fuentes de la CESM, su intención es permanecer en esta actitud hasta el logro de un acuerdo.Poco después del inicio del encierro, representantes del Insalud se sentaron de nuevo a negociar con los médicos. Por primera vez tras 24 días de huelga, el presidente del CESM, Vicente Garcés, se dirigió en la noche a la sede del Insalud, tras haberse entrevistado durante dos horas con Ángeles Amador. Ante la entrada del edificio, unos 40 médicos se concentraron para apoyar a sus representantes que, al cierre de esta edición, seguían el diálogo con los representantes de Sanidad.

Ángeles Amador mantuvo por la mañana en el Congreso su respaldo al equipo negociador del Insalud. En cuatro semanas de huelga su propuesta sigue manteniendo una subida salarial, ligada a objetivos asistenciales, que ha sido rechazada sistemáticamente por los huelguistas en las cuatro fórmulas presentadas hasta ahora. La última ofrecía 30.000 pesetas trimensuales en productividad fija para 1.995.

Mientras, más de 200 firmas recogieron ayer en una hora, en el centro de Madrid, los miembros de la Confederación de Asociaciones de Vecinos del Estado Español-Confederación Española de Consumidores y Usuarios (CAVE-CECU), contra la huelga de médicos. El fin es dirigirlas el viernes al Fiscal General del Estado para que investigue sobre la posible ilegalidad de esta huelga.

En relación con sus reivindicaciones, la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) "reta a las autoridades sanitarias a que planteen objetivamente esta cuestión a los ciudadanos y se atengan después a las consecuencias". Para ello, invitan a Sanidad a "servirse" del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS). La CESM sugiere la pregunta: "Le parece a usted bien, como ciudadano español, que con el dinero de todos, los médicos con idénticas funciones y responsabilidades perciban distintos salarios por el simple hecho de trabajar en comunidades autónomas diferentes?".

Sin acuerdo en Galicia

Mientras en Galicia y Andalucía, los huelguistas siguen también sin un acuerdo con sus respectivas Administraciones, los médicos valencianos no han esperado ni a la toma de posesión del nuevo gobierno para buscar una nueva oportunidad, informa . El secretario de la federación valenciana de la CESM, Antonio Matilla, inició ayer los contactos con Julio de España, médico y presidente provincial del PP en Alicante, para fijar un acuerdo con el que poner fin a la huelga indefinida de médicos en esa comunidad.

Las conversaciones se iniciaron sólo horas después de la victoria de los populares en las elecciones autonómicas y municipales del pasado domingo. Los dirigentes valencianos del CESM mantienen, en 25 hospitales, la huelga indefinida que fue convocada en plena campaña electoral. Julio de España , uno de los hombres de confianza del próximo presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, explicó ayer en Alicante que él fue uno de los médicos que protagonizaron una reivindicación muy similar a la actual en 1987.

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