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Un nuevo recuento de víctimas eleva a 153 los muertos por Ebola en Zaire

La Organización Mundial de la Salud (OMS) insistió ayer en que da por concluida la epidemia originada por el virus Ebola en Zaire. Sin embargo, el último recuento asciende a 205 casos, de los que han fallecido 153 personas desde el inicio de la epidemia el pasado enero. El último balance oficial, ofrecido el pasado viernes, hablaba, sin embargo, de 121 muertos y 144 afectados.Uno de los miembros del comité internacional de coordinación científico técnico, procedente de Kikwit, David Heymann, explicó que estas cifras no se deben a un incremento del número de víctimas en los últimos días, sino a los resultados de la investigación llevada a cabo por los especialistas para determinar cuándo se inició la epidemia y el número total de víctimas que se ha cobrado buscano también entre las muertes producidas antes de abril.

Heymann señaló que estos nuevos casos serían con toda probabilidad los de las personas que abandonaron el hospital de Kikwit hace tres semanas, antes de que se tomaran las medidas necesarias para detener el avance, por lo que no hay que temer una nueva expansión de la enfermedad.

Sobre su forma de actuar, procedencia, mutaciones, transmisión y una posible vacuna, Heymann reconoció que los investigadores conocen todavía poco. Explicó que se sabe que tiene un grado de mortalidad muy alto, que puede llegar al 90%, y que se desconoce por qué hay personas infectadas que no muestran síntomas y que superan la enfermedad.

Un mal endémico

El último caso diagnosticado de fiebre hemorrágica producida por el Ebola se remonta a 15 días. Para Guenael Rodier, otro miembro del comité, los nuevos casos que puedan surgir "no se producirán en el marco de la epidemia, sino de la endemia". Y es que el Ebola, que surgió por primera vez en Zaire en 1976, podría ser endémico en esta región. "A partir de ahora, cuando se produzcan fiebres altas u otro tipo de síntomas poco comunes habrá que pensar en el Ebola".

Sólo 26 de los 205 casos se han producido en seis comunidades diferentes en un radio de unos 250 kilómetros en tomo a la ciudad de Kikwit, epicentro de la epidemia. La OMS reiteró que en la capital zaireña, Kinshasa, no se ha registrado ningún caso.

El hecho de que el Ebola no haya salido prácticamente de Kikwit demuestra que es "fácil de controlar", señaló Rodier. La letalidad de la enfermedad, que en la mayoría de los casos fulmina a los enfermos en una semana, tampoco contribuye a la transmisión.

"Hay que relativizar las cosas", declaró Rodier a este periódico. "Es serio y rápido, pero afortunadamente el Ebola no es altamente transmisible". Y es que las cadenas de transmisión se paran por sí mismas, una vez que las personas modifican su comportamiento con los enfermos, según los expertos.

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