No a la guerra pesquera
La Unión Europea puede llegar a lamentar su reacción ante el apresamiento del pesquero español Esta¡ por las autoridades canadienses. Nada justifica el envío de barcos de guerra españoles antes de conocerse todos los hechos. La UE tampoco debería haber suspendido los contactos políticos y amenazado con sanciones económicas. (...)Si se confirma la acusación canadiense de que el barco español pescaba con redes ilegales grandes cantidades de peces de pequeño tamaño, la UE se verá obligada a llevar a cabo una humillante retirada. Si dudamos en condenar a un Gobierno cuya Marina ha disparado contra un barco desarmado y luego lo ha capturado en aguas internacionales es porque es improbable que Canadá, país comprometido con la pacificación internacional y ajeno a todo belicismo, haya actuado sin la debida causa, Es posible que se haya faltado a la letra del derecho internacional, pero ¿cómo se puede saber si un barco ha estado pescando ilegalmente si no se impide que su capitán haga desaparecer las pruebas? Tenemos derecho a saber por qué se echaron al fondo del mar las redes del pesquero. (...)
La UE debe dejar claro que España no puede esperar apoyo incondicional para decisiones unilaterales de sus políticos o su Armada. Europa demostraría su buena fe abandonando su indignada retórica y retirando sus pesqueros del Atlántico norte hasta que se esclarezca el conflicto.
17 de marzo
