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EL 'CASO ROLDÁN'

El sumario documenta la malversación de caudales

Corcuera, Asunción, Vera y Juan de Justo han declarado en la causa, a la que ha tenido acceso EL PAÍS

La juez Ana Ferrer levantó ayer el secreto del sumario del caso Roldán, que llevaba en esa situación casi un año -desde el 6 de abril de 1994- poco antes de que citase a declarar para hoy, a las cinco de la tarde, al principal implicado, el ex director general de la Guardia Civil Luis Roldán. El sumario, al que ha tenido acceso EL PAÍS, consta de casi 5.000 folios, distribuidos en 17 tomos -aparte de varias decenas de piezas separadas-, en los que figuran la mayor parte de los documentos y cheques de fondos reservados utilizados por Roldán. En el último tomo se incluye las vicisitudes más recientes del caso, como la entrega de Roldán por la policía, su instrucción de derechos, el acta de intervención de efectos y el informe forense, así como su traslado a la prisión de Ávila.

Durante este año que el asunto ha sido secreto para las partes, la magistrada ha citado a declarar a más de 60 testigos, entre ellos, los ex ministros Antoni Asunción y José Luis Corcuera, el ex secretario de Estado Rafael Vera y los funcionarios que han tenido conocimiento del funcionamiento de los fondos reservados, como Juan de Justo, Juan Antonio Mínguez o el general Primitivo Seivane.La magistrada ha obtenido de forma minuciosa las pruebas que implican a Roldán en el delito de malversación de caudales públicos, especialmente en lo que se refiere a los fondos reservados, si bien el caso se encuentra en fase inicial respecto al delito de cohecho (soborno), que tiene que ver con las comisiones presuntamente recibidas por los contratos de obras para la Guardia Civil y que Roldán llevaba personalmente. El sumario recoge también la comisión rogatoria a Suiza sobre las cuentas de Luis Roldán, y en el informe correspondiente el juez suizo detalla los trasvases de 60 millones de pesetas entre las cuentas de Roldán y Julián Sancristóbal.

Ex ministros

En la declaración del ex ministro José Luis Corcuera figura que éste no tuvo conocimiento de los aspectos burocráticos relacionados con la adjudicación de obras en la Guardia Civil, salvo unos pocos expedientes que, debido a su cuantía, tuvo que aprobar el Consejo de Ministros. Corcuera alega que esos expedientes se tramitaron por los cauces ordinarios y que él actuó basado en relaciones de confianza. El ex ministro, que afirma que no tenía relaciones personales intensas con Roldán, ya que no conocía cómo se desarrollaba su vida particular, asegura también que sólo estaba enterado de las grandes líneas generales del uso de los fondos reservados, y mantiene que ni Vera ni Roldán le informaban del destino pormenorizado de los mismos. Ese era el único control que ejercía sobre los fondos.

Corcuera añade que no le consta que se hayan pagado sobresueldos con los fondos reservados y niega -en contra de lo testimoniado por los directores generales de su departamento- que ordenase a Rafael Vera el pago a los directores generales de cinco millones mensuales hasta totalizar 125. Este extremo fue, negado también por Vera. '

Antoni Asunción, sucesor de Corcuera, afirma que sólo coincidió con Roldán. unos días, ya que éste anuncié que iba a dimitir cuando él tomó posesión como nuevo ministro del Interior. Respecto a los fondos reservados, declara que no recibió contabilidad alguna y tampoco la dejó a su sucesor. El testimonio de este ex ministro está relacionado con la fuga de Roldán. Aparte de las conversaciones que mantienen entre ellos poco antes de la fuga, Asunción reconoce que la esposa de Roldán le entregó una carta para el presidente del Gobierno, que el propio Asunción abrió. Sobre está misiva declara: "La carta era inconexa, compuesta por dos o tres folios, pero sin hilo conductor, conteniendo sólo banalidades. No era la que apareció en El Mundo". Agrega que era la letra de Luis Roldán y que la destruyó

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Rafael Vera destaca en su declaración que Roldán y él "personalmente no se llevaban muy 'bien". Respecto a los expedientes de obras en la Guardia Civil, Vera reconoce que tenía que firmarlos dependiendo de la cuantía, pero cuando venían informados por la dirección correspondiente, él se limitaba a dar el visto bueno, en base a una cuestión de! confianza. Añade que su intervención era garantizar que no se desviasen fondos que habían sido dirigidos a un lugar concreto.

Vera puntualiza que no intervenía en las adjudicaciones de las obras y que tampoco fiscalizaba las, empresas que habían sido invitadas, porque no era su misión ni tenía medios para comprobarlo. "No me pareció ético estar próximo a las adjudicaciones, entre otras cosas, por ser aparejador" declaró.

El ex secretario de Estado para la Seguridad precisa que los fondos reservados para la Guardia Civil se entregaban en metálico, salvo algún talón del Banco de España. Contra la entrega de los fondos se firmaba un recibo y se contabilizaban las partidas en un. libro que se destruía trimestralmente. En la última época, la disposición de los fondos tenía como requisito las firmas de Juan de Justo, el inspector Mínguez o el coronel Seivane.

Vera guarda silencio

En dos comparecencias ante el juzgado, Vera se negó a responder si se habían pagado sobresueIdos en general, y a Roldán en particular, con cargo a los fondos reservados del Ministerio del Interior, amparándose en el secreto, de los mismos. Vera negó que un talón de cinco millones firmado por él fuera el pago de un sobresueldo a Roldán y sostuvo que nunca se ha dado dinero a Roldán para su patrimonio personal. También dijo no poder saber si Roldán se había quedado para uso personal fondos reservados destinados a la Dirección de la Guardia Civil. No obstante, agregó que si se hubiese apropiado de algo sería una cantidad ínfima, porque hubiera llegado alguna queja si los servicios hubiesen funcionado mal. Vera señala que desconocía si era legal que Roldán utilizase varias identidades, aunque es posible, dijo, que lo hiciese por razones de seguridad.

Sobresueldos

Juan de Justo, Juan Antonio Mínguez y Primitivo Seivane, los tres funcionarios que tenían firma para disponer de fondos reservados, declararon sobre el mecanismo para facilitar el dinero a las direcciones de la Policía y de la Guardia Civil. Alguno de ellos afirma desconocer que se hubieran pagado sobresueldos con los citados fondos.

En el sumario figuran numerosos recibos de pagos con fondos reservados, además de los cheques incluidos en piezas separadas. Entre otros, hay que destacar la salida de partidas de entre uno y 30 millones de pesetas de la caja de la Dirección de la Guardia Civil para uso de la secretaría particular de Roldán. Todos los recibos llevan la misma redacción: "He recibido de la caja de esta dirección general la cantidad de treinta millones de pesetas, con cargo a la consignación de gastos reservados, para abonar gastos de tal carácter".

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