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La 'Madonna' de Rafael

Pilar Bonet

"Los cuadros vinieron envueltos en papel muy fino, tipo papel de fumar o papel cebolla, como si fueran enfermos procedentes del hospital. Aquello producía una sensación muy especial". Así recuerda Irina Antónova, la directora del Museo Pushkin, la llegada del botín de guerra al museo en 1945, cuando ella era una licenciada universitaria que acababa de comenzar a trabajar en la institución."Yo estaba delante cuando trajeron La Madonna de la Sixtina [de Rafael] en un cajón grande y envuelta en una manta de lana. Todos teníamos lágrimas en los ojos, porque nadie vio ese cuadro como nosotros lo vimos", explica.

"El niño que llevaba La Madonna en brazos era una víctima de la humanidad. Dos soldados sostenían el cuadro. En la galería de Dresden descubrieron cuatro almacenes y, como la electricidad había dejado de funcionar, todos los cuadros se habían impregnado de humedad. Pero La Madonna estaba en una caja de madera y por eso estaba en buen estado". La obra fue devuelta a la Galería de Dresde en 1955. "Al acabar la Segunda Guerra Mundial", concluye Irina Antónova, "Dresde era como Grozni [la capital de Chechenia] hoy".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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