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Una sirena varada en Madrid

La 'top model' Elle MacPherson paseó ayer su palmito por la Pasarela Cibeles

Llegó con dos horas de retraso. Su paso hasta los camerinos fue tan fugaz que Zaira, la niña de 13 años que esperaba en la puerta del ascensor para pedirle un autógrafo, no tuvo tiempo de nada. Elle MacPherson llevaba puestas unas enormes gafas negras en el mejor estilo de las estrellas de Hollywood.Si buscaba pasar inadvertida, no lo consiguió. Sus casi dos metros, su melena rubia escandalosamente cardada y la piel barnizada por un blanco luminoso completaban su aspecto de diva. Ni Linda Evangelista ni Naomi Campbell (ambas han desfilado en la Pasarela Cibeles) fueron capaces en su momento de comportarse de una manera tan espectacular.

Un abrigo de ante negro ocultaba su poderosa delantera. Llevaba una minifalda y lucía altos tacones. Pese al alboroto creado a su alrededor, ella parecía tener un aire ausente y hasta asustadizo.

La presencia de la top model Elle MacPherson calentó notablemente el ambiente de la Pasarela Cibeles. La australiana, que ayer participó en el desfile de Victorio y Lucchino presentando su colección otoño-invierno 95-96, ha sido contratada para rodar un anuncio en el que se presentará Abril, el perfume que comercializará Puig bajo la firma de los diseñadores sevillanos.

Nadie quiere hablar de dinero, pero las malas lenguas apuntan que la MacPherson no se mueve por menos de cinco millones. El anuncio será dirigido por Roman Polanski, se rodará en Sevilla y en Barcelona y tendrá la música de Ketama y las composiciones de Antonio Flores; MacPherson pasó buena parte de la mañana con los reporteros de una revista del corazón.

Esta modelo, que vive en Nueva York y que dirige su propia empresa de ropa interior, no pidió nada especial para el camerino. Fueron los intermediarios de la firma de cosméticos quienes burocratizaron y complicaron la llegada de la modelo.

Elle ya tiene su propia leyenda: un admirador se suicidó de un disparo cuando ella desfilaba. La australiana, que acaba de cumplir los 30, estuvo casada con un fotógrafo de modas y ahora vive con un empresario. Mide cerca de dos metros y cuida su cuerpo a conciencia a base de natación y gimnasia.

En la cartelera madrileña se exhibe estos días Sirenas, la película en la que participa junto al actor Hugh Grant. No es su primera aparición en el cine, la veremos próximamente como nueva chica Bond. Tampoco es la primera que compatibiliza la pasarela con la publicidad.

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