_
_
_
_
_

Margallo estrena un montaje que defiende la anarquía y el comunismo

La virgen de la anarquía, astronautas, marginados y alcohólicos de albergues municipales, el cartel de Medellín, el Pentágono, el FMI y hasta el mismísimo Vaticano son algunos de los elementos que aparecen en Cantos para el final del milenio, comedia musical de Sciencia fiScion, que Margallo, hombre clave del teatro español contemporáneo, califica como un culebrón desmadrado en el que se ofrece música en directo.Margallo y su compañía, Uroc Teatro, para su último espectáculo no renuncian a fórmulas estéticas, técnicas y de producción similares a las del teatro independiente, en el que él triunfó como fundador de Tábano, El Búho y el Gayo Vayecano. La producción se ha realizado en cooperativa.

Margallo aborda su espectáculo con un tono satírico y desmadrado, con un final de "despendole", con personajes disparatados y un brebaje, el conformol, que se administra para que la gente se desternille y "pase de todo". Margallo defiende también que tanto la anarquía como el comunismo están llenos de cosas buenas que reivindicar. No obstante, se niega a considerar que la obra lance un mensaje: "La moraleja no existe, sólo señalo que, desde el punto de vista ideológico, se ha visto demasiada antítesis entre comunismo y anarquía y, sin embargo, ambos tienen cosas buenas", asegura el autor.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_