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HOMEOPATÍA

Restablecer la energía vital

Remedios muy suaves y en pequeñas dosis, que no dañan el estómago: ésta es la principal arma con la que cuenta la homeopatía a la hora de aliviar dolencias de tipo crónico. La terapéutica homeopática, que significa "curar por lo similar", busca provocar una reacción del sistema defensivo del organismo para acabar con la enfermedad mediante una sustancia que produzca los mismos síntomas que la afección a tratar, normalmente mediante productos naturales. En general, procura restablecer la "energía vital" decaída por la enfermedad, para que el cuerpo pueda luchar mejor contra ella.

"La homeopatía explica la artrosis de la misma forma que la medicina convencional", explica Arturo Jiménez Verdú, médico homeópata. "En esto no hay diferencias, lógicamente. Muchos de nuestros pacientes son personas mayores a las que la medicación usual con antiinflamatorios y analgésicos les provoca malestares en el estómago o que están cansados de que no les alivie sustancialmente y pueda provocarles otros efectos secundarios", prosigue Jiménez Verdú.

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Cuestionario minucioso

El diagnóstico no prescinde de radiografías o análisis: la diferencia es que el homeópata buscará en el cuerpo el estado de decenas de sustancias (minerales, por ejemplo) en las que el médico tradicional no repara y elaborará un minucioso cuestionario, que incluye desde preguntas sobre los hábitos alimenticios y sexuales a las reacciones ante el calor y el frío o rasgos de carácter.Al igual que la medicina china, la homeopatía no se centra sólo en el órgano enfermo, sino en el conjunto del cuerpo. "La homeopatía sólo es eficaz si se individualiza el tratamiento", continúa Jiménez Verdú. "De ahí que no hablemos de tratar una artrosis o la artrosis en general, sino a un enfermo concreto, con sus características y peculiaridades". La homeopatía hace, por eso, mucho hincapié en las características psicosomáticas de las enfermedades.

El tratamiento busca, en primer lugar, mejorar el estado general del paciente, relacionando la artrosis con los distintos males que le han afectado a lo largo de su vida. "El carácter del paciente nos dirá si sufre el dolor o las dificultades de movimiento con más o menos paciencia o intensidad, y esto nos ayudara a modular el tratamiento".

No existe, en homeopatía, un medicamento específico para la artrosis. Además de la rehabilitación, mediante masajes, manipulaciones o ejercicios, a la hora de calmar el dolor, la homeopatía echa mano del rododendro, el rustosicodendro (útil para las artrosis que mejoran con el movimiento y el calor), la brionia (que se muestra eficaz para aquellas que necesitan reposo) o la calcárea fosfórica. Todos ellos se administran mediante pequeñas cápsulas que se absorben debajo de la lengua.

Lógica de la enfermedad

"La artrosis no es evidentemente, una enfermedad psicosomática, ni tampoco lo es la homeopatía como medicina. La diferencia es que nosotros le damos mucha importancia al factor individual. Es muy posible que muchas artrosis sean consecuencia de un trastorno de este tipo. La homeopatía parte de la idea de que cada enfermedad tiene su lógica en la vida o en el carácter del paciente", continúa Jiménez Verdú."Por ejemplo, creemos que influye mucho a la hora de fijar el tratamiento tener en cuenta si al paciente su artrosis le provoca un anquilosamiento general en su estado de ánimo o no. Y esto es muy importante tenerlo en cuenta a la hora de elaborar el medicamento adecuado. El resultado es que tiene muchas menos contraindicaciones y efectos secundarios que los medicamentos y sus resultados son más permanentes, porque cuidamos el organismo en su conjunto", concluye.

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