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Entrevista:

"Desde la Luna, la Tierra es muy bella"

Edwin Aldrin (64 años) tiene el pelo blanco, pero los mismos ojos azules que tenía cuando pisó la Luna, el 20 de julio de 1969, y se convirtió en el segundo hombre que lo hizo.

Más conocido por su apodo Buzz, Aldrin se paseó triunfalmente por ciudades y países en la operación de relaciones públicas en la que la NASA y EE UU explotaron el éxito científico y político de la llegada a la Luna. Aldrin prefiere ahora no recordar el precio personal que tuvo que pagar por aquellas giras: el vacío, las depresiones, el alcohol, las crisis matrimoniales, y despliega optimismo y una memoria selectiva que iluminan en rosa la luz de Luna, en este extracto de la extensa entrevista que concedió a la cadena SER.

Pregunta: ¿Le gustaría volver al 21 de julio de 1969?

Respuesta: No; me agrada enormemente recordar aquellas experiencias, tengo recuerdos excelentes, pero prefiero vivir mi vida actual, ocupada con nuevos y diferentes retos todos los días. El futuro encierra grandes promesas y estoy deseando contribuir a ellas lo mejor posible.

P. ¿Recuerda todavía cómo se ve la tierra desde la Luna?

R. Vista desde la Luna, la Tierra es el objeto más bello que pueda imaginarse. Es un planeta muy hermoso, los colores resaltan sobre el negro del espacio; aunque es más grande que la Luna, para alguien que la observa desde allí parece bastante pequeña y muy lejana; pero sólo pensar que toda la gente, todos los seres históricos, han vivido en ese objeto es algo asombroso.

P. Ahora, ¿cómo valora la llegada a la Luna?

R. Al pensar en hace veinticinco años, es casi increíble que fuéramos capaces de responder tan magníficamente y en tan corto plazo de tiempo al desafío que nuestro presidente [Kennedy] hizo a la nación, a la industria y a nosotros, los astronautas, de poner al hombre en la Luna y hacerlo regresar a la Tierra, sano y salvo, antes de que acabase la década. El hecho de que se formara un equipo tan espectacular, que puso en marcha un cohete y una nave espacial excelentes, es algo maravilloso que siempre recordaremos, porque hoy en día sería muy difícil volver a hacer algo semejante en un plazo tan breve.

P. ¿Cuánto se tardaría ahora en enviar un hombre a la Luna?

R. Dependería enormemente del clima político, la situación de la economía, qué grado de cooperación internacional existiese... En este momento, el transbordador espacial y el proyecto de estación espacial, junto con las demás misiones científicas y aeronáuticas de la NASA, se llevan, prácticamente todo el presupuesto disponible, de modo que no hay sitio para un programa lunar. Espero que podamos empezar a desarrollar la siguiente generación de grandes naves capaces de poner en órbita a seres humanos que, con el tiempo y gradualmente, podría permitirnos, volver a la Luna.

P. Se ha dicho en ocasiones que vieron señales de vida en la Luna. ¿Qué hay de verdad en ello?

R. Nada. Absolutamente nada. Es una fantasía. Siempre ha habido, a lo largo de la historia, gente aficionada a hablar de lo extraordinario, lo misterioso, lo fantástico, y siempre ha habido otra gente que queda convencida. No encontramos nada raro y, de todos nuestros hallazgos, se informó rápida y abiertamente al mundo entero.

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