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España se acerca al nivel máximo de Europa en contaminación por transporte

Cada británico emite anualmente a la atmósfera 2,46 toneladas de CO2 (principal gas causante del efecto invernadero). Cada francés, 2,33 toneladas. Cada alemán, 2,28. Cada español, 2,12 toneladas, bastante por encima de los italianos, por ejemplo. La media de los habitantes de la OCDE es de 2,22 toneladas. Son las estadísticas oficiales de la OCDE referidas a 1991 y que sirven a los autores del Libro blanco sobre el transporte para concluir que España queda dentro de los países más contaminantes por causa del transporte.Este informe será publicado el próximo mes por el área de ecología del Centro de Investigaciones por la Paz (CIP) y figurará como apéndice en la edición española de La situación en el mundo 1994, del estadounidense Worldwatch Institute.

El transporte absorbe casi el 38% de toda la energía consumida en España; "prácticamente lo mismo que la industria y al mismo nivel que los otros países de la UE", señala Francisco Serrano, director del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), del Ministerio de Industria y Energía. Serrano admite estar preocupado por el vertiginoso ascenso del consumo y la contaminación derivados del transporte en España, que en un 99% depende del petróleo.

Entre 1985 y 1991, el parque automovilístico español aumentó un 33%, mientras que la media de crecimiento en la Unión Europea fue del 16%. "Es una tendencia preocupante; hay que convencer a la sociedad y a las administraciones de que ha llegado el momento de promocionar con todo empeño el transporte público", dice Serrano. "No se trata de invertir en las ciudades en túneles para facilitar el transporte privado, sino en mejorar el público".

Coche idolatrado

El 40% del consumo energético del transporte se lo lleva el coche privado; repartido aproximadamente a partes iguales entre los desplazamientos urbanos y los interurbanos. Como muestra de hasta dónde ha llegado la idolatría por el coche, Serrano da un dato más: "La cuarta parte de los movimientos dentro de una ciudad son trayectos de menos de dos kilómetros".Los números son elocuentes y con tufillo contaminante. Los españoles recorren cada año unos 460.000 millones de kilómetros; lo que sale a una media de 32 kilómetros diarios por habitante en los diversos medios de transporte. Las dos terceras partes de esos kilómetros se hicieron en los 13 millones de vehículos privados existentes. Sólo un 12% se realizó en autobuses urbanos e interurbanos; y un 5% en tren y metro.

El informe del CIP, elaborado por Antonio Estevan y Alfonso Sanz, asesores sobre transportes y planificación urbana de diversos organismos, muestra también que el 23% de la población española está expuesta a un ruido originado por el transporte que supera los 65 decibelios, que es el límite de tolerancia admitido por la Organización Mundial de la Salud para ruido ambiental. Según El estado del medio ambiente 1991, publicado por la OCDE, ningún país europeo registra un nivel tan elevado.

En Madrid y Barcelona, de acuerdo con los mapas acústicos elaborados por los ayuntamientos, esos porcentajes se elevan al 68% y al 52% respectivamente. Además, las infraestructuras para transporte ocupan ya el 5% del territorio nacional.

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